La representante del Ministerio Fiscal y el letrado de la
acusación particular piden prisión para un sujetos por dos
presuntos delitos de amenazas. El acusado negó durante el
juicio haber coaccionado a la que fuera su pareja y madre de
su hija y contradijo las palabras de la denunciante, la cual
reconoció tener miedo a perder la custodia de la menor ya
que “muchas veces me ha dicho que se la iba a llevar a
Marruecos”. La defensa, por su parte, solicita la absolución
del imputado.
Un año y nueve meses de prisión y una suma de cinco años de
alejamiento e incomunicación fueron las penas solicitadas
tanto por la representantes del Ministerio Fiscal como por
la acusación particular para un sujeto que ayer se sentó en
el banquillo de los acusados por dos presuntos delitos de
amenazas a su ex pareja y que giraban en torno a la potestad
de la hija que mantienen en común.
Por su parte, la defensa pide la absolución del imputado
argumentando que los hechos no habían quedado claros ante la
falta de pruebas y las versiones aportadas por una testigo,
quien aseguró que durante la segunda denuncia, en la que se
señalaba al acusado de haber buscado a su ex pareja e hija y
amenazarlas con quemarlas, este había estado en su domicilio
con una familiar llegada desde Holanda.
En el primero de los procedimientos, los supuestos hechos
constan del 18 de octubre de 2008 cuando el acusado se
encontraba cumpliendo condena por un delito de tráfico de
drogas y en los días posteriores tendrá un permiso para
salir de prisión. “Llamé a su familia para comunicarles que
quería ver a mi hija pero nunca a ella porque no tenía su
teléfono y menos decirle que la vería por las buenas o por
las malas, ni que me importase cumplir 8 años más en la
cárcel cuando había pasado ya tres”. Versión totalmente
diferente fue la aportada por la presunta víctima, la cual
aseguró que este la había llamado y que lo había visitado en
la cárcel bajo coacciones cuando anteriormente había sufrido
malos tratos durante el embarazo. Y ese día, “me llamó al
móvil diciéndome que si no veía a la niña se la llevaría a
Marruecos”, declaró.
La segunda de las causas se refirieron al 4 de octubre de
este año, primer fin de semana que el acusado tenía a la
menor bajo su custodia y que finalizó con un denuncia en
comisaría. “Llegué diez minutos tarde al domicilio y allí no
había nadie; acto seguido me llamaron de comisaría y me
dijeron que entregase allí a la niña. Después, me fui a la
carretera del pantano con mi prima que había venido desde
Holanda para visitar al resto de la familia pero no me
presenté en el domicilio de ellas, ni las esperé ni las
amenacé”, aclaró el imputado.
Por su parte, la presunta víctima manifestó que el acusado
había llegado más de 45 minutos tarde a la entrega de la
pequeña y que los policías la habían animado a trasladarse a
comisaría para formular una denuncia. “Después de que me
diese a mi niña, lo encontré bajo mi casa y me dijo que por
50 euros me destrozaría la vida pero que no se iba a manchar
las manos; que iba a quemar mi coche conmigo y con la niña
dentro”.
Una testigo propuesta por la letrada de la defensa aseguró
que esa misma tarde, el acusado había estado en su domicilio
con una prima y que este le había contado la discución con
la denunciante por haber llegado tarde a llevar a la niña.
El juicio quedó visto para que sea el titular del Juzgado de
lo Penal número 2 quien decida la resolución de la
sentencia.
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