La Delegación del Gobierno en Melilla negó ayer el elevado
índice de condenas registrado en la ciudad el año pasado
tenga relación alguna con las tasas de seguridad ciudadana,
ya que ambas cuestiones son objeto de una valoración
distinta por parte del Ministerio de Justicia y el
Ministerio del Interior, respectivamente.
A preguntas de los periodistas, el delegado del Gobierno,
Gregorio Escobar, subrayó ayer el “altísimo porcentaje” de
efectividad policial que están obteniendo las Fuerzas y
Cuerpos de Seguridad del Estado en el esclarecimiento de
casos y detenciones.
Según los últimos resultados obtenidos por la Policía
Nacional y la Guardia Civil, “la persona que comete un
delito en Melilla tiene un porcentaje altísimo de
posibilidades de que va a ser detenida”, dijo Escobar.
En el caso del Instituto Armado, el delegado del Gobierno
recordó que su índice de resolución de casos superó el 70
por ciento el año pasado.
Este éxito policial en el esclarecimiento de casos es mucho
más evidente en los delitos graves, ya que “todas las
personas que los han cometido han sido detenidas”.
Sin embargo, el índice de condenas es una medición realizada
por el Ministerio de Justicia en función de los procesos que
se han desarrollado en la ciudad, puntualizó Escobar.
Según el delegado del Gobierno, el hecho de que Melilla
registrara en 2008 la segunda tasa más alta de España en el
número de condenados no quiere decir que ese año hubiera más
delitos o detenidos, ya que “los procesos no tienen por qué
haber empezado en 2008, sino que pueden haberlo hecho mucho
antes”.
“La condena es el resultado final de un proceso que puede
haberse extendido durante muchos meses”, recordó Escobar,
que alabó el “trabajo coordinado” que realizan las Fuerzas
de Seguridad del Estado y la Justicia “para que aquellas
personas que son detenidas, de ser culpables tengan su
correspondiente pena”.
En definitiva, “se trata de que cuando se comete cualquier
tipo de delito, los ciudadanos tengamos la seguridad de que
la persona sea detenida”, concluyó.
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