Repartiendo galones
 

Javier Cherllarám
javiercherllaramt@elpueblodeceuta.com
 

La personalidad, la ambición y un buen equipo son los secretos de Emilio Botín , Presidente del Santander en una entrevista publicada en un artículo, la personalidad de un líder que se precie de serlo, tiene que tener las espaldas bien cubiertas en su ambición y por supuesto tener un buen equipo, y eso significa tener a todo el mundo contento, en su justa medida.

De los tiempos de mili, cuando se inauguró la Base Naval de Salvamento, la Cruz Roja del Mar, empezó a diseñar los grupos de mando, se dividian en Agrupación a Flote, Grupo de Socorro y Grupo de Apoyo, todos bajo el mando de un delegado Provincial y un Jefe de Sección Naval, una vez estaba yo haciendo mis servicios de marinero, me contaban las historias de como se repartieron los galones, se repartieron todos hasta que se dieron cuenta que uno se quedaba fuera del pastel y este era recomendado o protegido, de los de arriba del mando, por supuesto todos contentos en la foto de presentación y todos con galones, de mas rayas, de varios colores las divisas y servir a los demás en salvamento y socorrismo, parece que hasta la gente rendía mas.

Mi padre tenía su ojo clínico, tan sencillo como que siendo yo el mayor, cuando a otro de mis hermanos era su cumpleaños, entre besos, regalos, cantes, y tartas, siempre se quedaba otro hermano, con la cara un poco descompuesta y contrariada, mi padre sacaba dos billetes de cien pesetas, y se las daba al que quedaba fuera de la celebración, a mi me hacía señas como secretario de turno, de que se quedaba rayado mi otro hermano y claro, había que dejar a todo el mundo contento.

A dia de hoy, está de moda el dejar a alguien con el colmillo retorcido, con sangre en el ojo, como despechado, de dejarlo fuera de las convidás a cubatas y cervezas, de repartir rangos dando besos y abrazos, y eso es malo por dejar la mala uva presente , y el lider, el de la personalidad, no irse tan pancho a casa y no pensar, me abré dejado a alguien echando votos que también lo mereciera y no tener el detalle de los galones, de las doscientas pesetas, tan sencillo como los ascensos, recompensas y distinciones, se forma buen equipo y no una pata coja del banco, ya me lo decían algunos eso de no Javier no ser gracioso,sino caer en gracia...