El Ingesa, que ya ha iniciado los contactos con el Área de
Drogodependencia de la Ciudad Autónoma para abordar la
seguridad en el centro de salud del Tarajal, ha señalado que
ya se está trabajando en el diseño de dispositivos
antipánico, pero su adjudicación deberá esperar al
desarrollo de un procedimiento público.
Los encuentros entre el gerente del Ingesa, Juan Carlos
Querol, y la responsable del área de drogodependencias de la
Ciudad Autónoma, Cleopatra R’kaina, ya han dado sus primeros
pasos para lograr una solución conjunta a los problemas de
seguridad que padecen los profesionales y trabajadores del
centro de salud del Tarajal.
Como se recordará, la plantilla se ha estado manifestando y
dando cuenta de las agresiones físicas y verbales que han
padecido a manos de algunos pacientes, principalmente ex
toxicómanos que acuden cada tarde a la unidad de
dispensación de metadona a recoger su dosis.
El gerente del Instituto sanitario ha pedido paciencia a los
trabajadores acerca de la instalación de pulsadores
antipánicos en el centro de salud. “La adquisición de estos
dispositivos deben superar un procedimiento administrativo
público. Si su coste no supera los 18.000 euros podrá
hacerse un contrato menor. Si no, será necesario un
procedimiento negociado o o un concurso público”, explicó a
EL PUEBLO Juan Carlos Querol.
El Ingesa tiene que valorar presupuestos, aspectos técnicos
y la eficacia del dispositivo que se adquiera. “No es lo
mismo un pulsador bajo la mesa que uno que se activa
mediante wifi”, ilustró el gerente. Un dispositivo algo más
sofisticado que el pulsador bajo la mesa del médico podría
advertir de una agresión incluso cuando produzca fuera de la
consulta, situación con una probabilidad muy elevada.
Querol se mostró algo sorprendido por el hecho de que el
arco detector de metales que ya se ha trasladado al centro
esté sin funcionar. Una circunstancia que achacó a un
problema técnico y que se comprometió a solucionar con
prontitud.
Respecto a la ubicación de la unidad de dispensación de
metadona, apuntó que se estaban barajando diferentes
opciones, pero aún no está claro si cambiará sustancialmente
de emplazamiento. “La plantilla debe saber que se va a
arreglar todo lo que esté en nuestra mano”, concluyó.
|