Once sacerdotes del clero ceutí oficiaron la eucaristía en
el cementerio de Santa Catalina con motivo del día de Todos
los Santos. Más de un centenar de ciudadanos rezaron por el
descanso de sus seres queridos y devolvieron color al
camposanto llenando las tumbas de flores. El presidente de
la Ciudad, Juan Vivas, visitó las lápidas de los alcaldes
fallecidos.
”Lloramos la nostalgia de nuestros seres queridos pero
celebramos el nacimiento de la vida eterna”. Estas fueron
las palabras de la homilía oficiada por once sacerdotes y
diáconos del clero ceutí en la eucaristía celebrada en el
cementerio de Santa Catalina, una edición más, por el día de
Todos los Santos.
Más de un centenar de ciudadanos escucharon la palabra de
Dios y rezaron por el descanso de sus seres queridos a
través de una oración “amplia y generosa” para luego dar
color al camposanto y cariño a las lápidas se los que ya no
están entre nosotros.
El presidente de la Ciudad, Juan Vivas, y el resto de
miembros del equipo de Gobierno, estuvieron presentes en la
celebración para luego realizar la ofrenda floral a los
antiguos alcaldes de la ciudad autónoma.
Por su parte, el viceconsejero de Consumo, Manuel Carlos
Blasco, no dudó en resaltar la reparación y
acondicionamiento del recinto ante estas numerosas visitas
ya que hace un mes finalizó la construcción de los nuevos
500 nichos. Con respecto a la demolición de las galerías
declaradas en ruinas, “estamos en el proceso de notificación
a todos los familiares que tienen aquí a sus seres queridos
pero es una tarea compleja porque muchos ya no viven aquí.
Entonces realizaremos exhumaciones de oficio en el caso de
no localización y luego demoleremos las ruinas”, declaró
Blasco.
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