El pasado sábado día 31 de
octubre, víspera de la fiesta de Todos los Santos, los
ceutíes nos despertábamos con la confirmación de una noticia
que había recorrido todos los puntos de la ciudad como un
reguero de pólvora el día anterior, Pedro Gordillo Durán,
Presidente Regional del Partido Popular, vicepresidente
primero del Gobierno y consejero de Presidencia de la Ciudad
Autónoma de Ceuta presentaba su dimisión irrevocable de
todos sus cargos por razones personales.
En primer lugar, por ser de justicia, debo manifestar mi
reconocimiento a quien ha posibilitado el que cientos de
ceutíes, limitados por sus precarias situaciones económicas,
pudieran realizar estudios universitarios en las ciudades de
Málaga y Granada a través de la creación en 1970 de la
Asociación “Casa de Estudios de Ceuta”. También, valorar una
longeva trayectoria política iniciada en 1993 al ingresar en
el Partido Popular, de la mano de Jesús Fortes quien, lo
incluyo como número 2 en la lista electoral elaborada para
las Elecciones Autonómicas de 1995. Concejal, director
provincial del Ministerio de Educación y Cultura, presidente
regional del Partido Popular desde octubre de 1999, senador,
diputado autonómico, consejero y vicepresidente primero del
Gobierno de la ciudad.
Trayectoria política y personal dilapidada en cuestión de
horas tras convertirse en protagonista de las informaciones
difundidas por las principales televisiones, emisoras de
radio y medios de comunicación escritos del país junto a los
detenidos en Cataluña por la denominada operación
“Pretoria”. Diferentes casos en las últimas semanas de cobro
de comisiones, regalos inapropiados, prostitución,
defraudación fiscal, blanqueo de capitales, cohechos y toda
clase de fechorías que, afectan injustamente a la inmensa
mayoría de políticos que desarrollan su actividad con
honestidad y eficacia en beneficio de la ciudadanía. Sin
ninguna duda, circunstancia que será aprovechada por quienes
difundirán en las próximas horas acusaciones, críticas
intencionadas y comparaciones deshonrosas en busca del
escarnio público de todos los miembros del Gobierno de la
Ciudad.
Ahora, más que nunca, la militancia popular comprometida con
el futuro de su ciudad debe serenarse, reflexionar y actuar
en consecuencia con un único objetivo, trabajar cohesionados
por el mismo proyecto común que tantos beneficios ha
reportado a una Ciudad olvidada por los gobiernos
socialistas. El Partido Popular, sin ninguna duda, no ha
sufrido descabezamiento alguno ya que, continua teniendo a
quien debería haber ostentado las dos presidencias hace
años, la presidencia del partido y la de la Ciudad Autónoma
de Ceuta. En definitiva, el Partito Popular continúa
teniendo un líder que representa los valores esenciales
incluidos en nuestro ideario político; honestidad, honradez,
cercanía, capacidad de trabajo y credibilidad personal,
profesional y política.
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