Las unidades de hospitalización, los servicios diagnósticos
y las prestaciones ambulatorias que aún no han pasado a las
instalaciones de Loma Colmenar, como las Urgencias o los
doce puestos de diálisis, comenzarán a ser trasladadas por
el Ingesa a partir del 14 de diciembre. Esta es la previsión
de la Gerencia, que también ha explicado a los
representantes de los trabajadores que se intentará realizar
el traslado de todo lo fundamental para empezar atender a
los pacientes en el plazo de ocho o diez días. Aunque habrá
enfermos ingresados en Cruz Roja que conseguirán el alta
médica sin ser desplazados al nuevo hospital.
La Gerencia del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa)
ya se ha marcado una fecha para iniciar el traslado de la
hospitalización desde las instalaciones de Cruz Roja hasta
el nuevo centro levantado en Loma Colmenar, donde hace poco
más de un mes que ya funcionan las consultas externas de
especialistas antes alojadas en el ambulatorio José Lafont.
La Administración sanitaria ya ha comunicado a los
sindicatos y a este mismo periódico que la fecha que se
tiene en mente para iniciar el traslado de pacientes,
equipos y otras herramientas que aún permanecen en el
Hospital Civil de la Cruz Roja es el 14 de diciembre.
A partir de esa fecha el Ingesa calcula que podrá culminar
el traslado de lo fundamental para atender a los pacientes
hospitalizados en el plazo de ocho a diez días, según
explicaron desde la UGT.
Pero el nuevo Hospital Civil de Ceuta no será ocupado al
máximo de su capacidad desde finales de año. En primer
lugar, habrá pacientes que por criterios clínicos se
mantendrán en las instalaciones de Cruz Roja hasta que, en
breve, obtengan el alta médica.
De esta manera, el traslado afectará, básicamente, a
aquellos para los que se prevé una hospitalización más a
medio y largo plazo.
Por otro lado, no hay que olvidar que la capacidad de
hospitalización de las instalaciones de Cruz Roja es mucho
menor, con no más de 145 camas. El centro de Loma Colmenar,
sin embargo, posee una capacidad de 229 camas, la cuarta
parte de ellas en habitaciones individuales. A lo que habría
que sumar otras trece plazas de hospitalización para
enfermos críticos. Lo que suma un total de 242 camas.
Pero el traslado también afectará a la actividad
ambulatoria. De ella, como se ha explicado, sólo las
consultas externas de especialidades han comenzado a
funcionar. Eso sí, con mayor número de dispensarios, hasta
alcanzar el número de 38.
Todavía queda por reubicar las Urgencias, con separación
física de la destinada a pacientes adultos y la pediátrica,
además del servicio de diálisis, que contará con doce
puestos.
Mientras no culmina el traslado, el Ingesa ha estado
adjudicando determinados servicios como los de mantenimiento
de los equipos electroquirúrgicos o adquiriendo cierto
material como los reactivos para los análisis clínicos, en
aras a tener a punto las unidades diagnósticas.
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