Conversaciones mantenidas por algunos de los acusados en
octubre de 2007 y la madrugada en la que la policía
interceptó el alijo de droga protagonizaron ayer la cuarta
sesión del juicio sobre la presunta trama de narcotráfico
desde Marruecos hasta Estepona. La audición e interpretación
de las mismas dan pistas sobre posibles pases efectuados
antes de febrero de 2008 y que ya el jefe de UDYCO de Ceuta
había hecho constar en las diligencias así como en su
declaración ante la Audiencia días atrás.
“La mercancía ha llegado; tienes que llamar a los chicos y
luego te pago eso. ¿Recuerdas el trato?. Vamos a hacer otro
trabajo hoy o mañana así que llámame en media hora y te
contesto”. Este fue uno de los extractos de la conversación
mantenida por uno de los acusados con otro interlocutor el
26 de octubre de 2007, grabada a través de la intervención
del grupo UDYCO de Ceuta.
Con estas reproducciones, la representante del Ministerio
Fiscal quiso demostrar el argumento esgrimido por los
agentes de policía días atrás sobre la ejecución de posibles
pases de drogas anteriores al que ahora se juzga,
relacionados con los acusados. La cuarta sesión del juicio
sobre la presunta trama de narcotráfico entre Marruecos y
Estepona estuvo dedicada a la audición de las intervenciones
telefónicas grabadas por la UDYCO en las que se escucharon
las voces que protagonizaron la noche de los hechos y que
aún no tienen rostro. Intervenciones complejas no sólo por
el uso de la lengua árabe sino por la mezcla de apodos y
claves que sólo los implicados podían descifrar.
Las escuchas reproducidas partieron de ese cinco de febrero
a las ocho menos cinco de la tarde, concretamente, del móvil
‘pinchado’ del que salían y en traban ordenes y movimientos.
“¿Dónde estás?. -Acabo de rellenarla porque estaba vacía.
-¿Cuánto te falta para llegar?. -Ya te he dicho dónde
aparcarla y la otra, déjala un poco más lejos”. Dicho
diálogo relaciona la policía al presunto ‘cabecilla’ con el
que fuese el conductor de la furgoneta blanca que esperaba
el alijo. Minutos después, el supuesto organizador se
pondría en contacto con la embarcación, alrededor de las
siete y media de la tarde. “¿A cuánto estáis?. -A 28 millas.
-Pues tenéis que acercaros más y vais directamente al sitio.
-El tamaño del motor no ayuda, ¿hay personas esperando?.
-Cuando lleguéis, hay chicos que pueden coger la mercancía y
un coche para que no tengáis que dejarlo”. Todas estas
conversaciones relataron, desde el punto de vista de los
participantes, los pasos a seguir esa noche hasta que
llegaron las detenciones, sobre las doce menos diez de la
madrugada. “La cosa está muy mal, muy mal. Esta gente ya nos
ha visto. Estoy cerca de un chalet pero pueden detectarme.
-Intenta fugarte, salta”.
Pasadas las doce de la noche e inaugurando el 6 de febrero,
el supuesto ‘cabecilla’, tras salir corriendo para no ser
interceptado y avisado por otro sujeto, quiso conocer dónde
se encontraba el alijo. “Acabamos de subir la rampla y no
nos dio tiempo cuando llegó la policía y los chicos ya
habían sacado la mercancía”.
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Piden un segundo intérprete por la complejidad de las
intervenciones
Algunas palabras en español, otras
en francés y en su mayoría, en árabe. Esta mezcla idiomática
es la que predomina en las intervenciones sobre los
teléfonos móviles de los imputados que realizó el grupo
UDYCO de Ceuta. Durante la sesión de ayer, que copó toda la
mañana, tuvo lugar la audición de varias conversaciones
producidas tanto en octubre de 2007 como en febrero de 2008,
el día en que ocurrieron los hechos. Una simbiosis de
idiomas y palabras específicas del argot, como apodos,
símbolos o claves, añadieron complejidad a las traducciones
de la intérprete, por lo que la fiscal solicitó la
intervención de un segundo profesional para no dilatar y
repetir las audiciones. Aunque finalmente el presidente de
la sala consideró que no era necesario.
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