La Casa de Ceuta en Melilla también está ultimando, al igual
que el resto de casas, la celebración de la festividad de La
Mochila, una tradición muy ‘caballa’ que congrega a miles de
ceutíes en los diferentes montes y playas de la ciudad
autónoma cada 1 de noviembre y que los ceutíes afincados en
Melilla también celebran.
Un año más y cumpliendo con el cuadro de actividades para
este ultimo trimestre del año, la Casa Regional de Ceuta en
Melilla, celebrará una de las festividades más populares de
la Ciudad de Ceuta, ya que nace y se mantiene de forma
totalmente espontánea, sin que ni institución ni asociación
alguna intervenga en ella. Esta celebración tan añorada en
el calendario de los “caballas” es celebrada también por las
Casas Regionales de Ceuta repartidas por toda España.
Se tiene conocimiento que se celebra al menos desde finales
del siglo XIX y consiste en que, este día jóvenes y mayores
salen al campo a comer. En su talega no pueden faltar,
aparte de los consabidos bocadillos, “frutas ni frutos
secos”, que muchos amplían con los primeros dulces navideños
que anuncian las próximas fiestas con las que concluirá el
año.
Según el Presidente de la entidad ceutí, Ramón de la Cruz
Núñez, niños, jóvenes y mayores de la Casa Regional de Ceuta
en Melilla celebrarán este día como se hace en Ceuta, pasar
un día campestre a imagen y semejanza de los que este día se
haría en San Amaro, el Hacho o García Aldave.
Este año se celebrará en los Pinos de Rostrogordo en una
zona que previamente ha sido elegida por los miembros de la
junta directiva de esta activa casa regional para disfrutar
tambien del buen estado que se encuentran los pinos
melillenses.
Se realizara una Gran Sardinada, una Chorizada y Morcillada
para festejar este día en los conocidos pinos melillenses de
Rostrogordo.
La buena música, servirá para amenizar el día con rumbitas,
sevillanas, y música actual. Tras la comida se instalará una
gran mesa con canastas de mimbres repletas de frutos secos
propios de otoño y de esta festividad tan peculiar que será
degustado entre el jolgorio y la alegría de los
simpatizantes “caballas”.
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