Está comprobado que la famosa
pirámide, de la que se habló hace tres o cuatro años, se ha
quedado en simples palabras, porque en Ceuta todo lo que sea
un proyecto serio, para cualquier cosa, pero muy
especialmente para el deporte, va al fracaso, al haber una
serie de intereses particulares que ponen “palos en las
ruedas” a todo lo que sea una estructura seria.
Aunque he repetido muchas veces que no estoy de acuerdo con
parte de la directiva del Ceuta, especialmente desde que
entró cierto personaje que parece que ha inventado él el
fútbol, sin embargo, creo que ahora mismo, para que de
verdad se pudieran promocionar nuevos jugadores, todos
deberían estar alrededor del primer equipo.
Sólo así, en poco tiempo, podría contar la AD Ceuta con
cinco o seis jugadores, titulares como los demás, con el
consiguiente abaratamiento respecto a los jugadores que
tienen que venir desde otras partes de la geografía hispana.
Eso parece que no gusta a ciertos sujetos, que con las
subvenciones, para su equipo, llevan viviendo más de una
docena de años, como el mismísimo Dios, y en todos esos
años, de los distintos equipos que hay y ha habido en
categoría nacional no ha salido ni un jugador que haya
podido ser incorporado al primer equipo de Ceuta. ¿Por donde
se puede meter el diente a esta situación?. Particularmente
creo que, por hacer que las subvenciones a los equipos, a
todos, pasen por un filtro riguroso, para así saber a donde
llega cada euro que sale de la Ciudad Autónoma, sea por la
vía que sea.
Con eso no sé si tendremos mejores equipos, pero lo que sí
va a haber es mucho menos gasto, con lo que ciertas personas
que llevan “comiendo la sopa boba”, desde hace años,
tendrían que dedicarse a lo que fuera, pero trabajándolo por
su cuenta.
Lo de las subvenciones aquí en Ceuta es un auténtico MANÁ y
como ascender a categoría nacional es muy fácil, los más
listos o los más pillos forman un equipito regular en
juveniles o en regional y al año siguiente ya están en Liga
Nacional de Juveniles o en Tercera División, sin haberse
gastado un real, sin haber tenido que hacer cientos de
kilómetros, sólo con la cantinela de que “nosotros somos los
que trabajamos por el fútbol de Ceuta”.
A partir de ahí, todo sale a pedir de boca, 10, 15, 20
millones de las antiguas pesetas, un equipo de cinco o seis
millones y el resto ..., “se ha gastado”.
Y los que logran mantener la categoría, dentro de lo que
cabe, algo han hecho, pero equipos como el Murallas, que se
creó hace 15 o 16 meses y ya lleva casi medio año en tercera
división, al final de esta temporada, salvo que San Daniel,
San Antonio y la Virgen de África se reúnan para programar
un milagro, irá al lugar de donde partió, a la nada, porque
su destino es la desaparición, tras llevar una campaña de
pena.
Tiempo hay para enmendarlo, pero ni se sabe, ni se puede,
aunque no me cabe la menor duda de que se quiere mantener en
tercera.
Es la cantinela de siempre aquí, con los equipos de tercera
división a lo que nadie parece querer poner remedio.
Desde el mismo día del ascenso, el Murallas estaba condenado
a la situación en que hoy se encuentra y bien lo sabía eso,
desde junio, la persona que mejor conoció lo que estaba
sucediendo desde el año pasado. Mientras tanto la pirámide
sin construir, pero la casa madre repartiendo “aguinaldos”.
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