Las máquinas de la empresa Corsán-Corvián iniciaron ayer por
encargo de la Ciudad Autónoma los trabajos de rehabilitación
de la calzada de San Antonio, en el Monte Hacho. Se trata de
unas tareas de recuperación muy esperadas por los vecinos,
que el pasado domingo denunciaban en EL PUEBLO el abandono
en que había decaído el enclave más de doce meses después
del incendio y las inundaciones que lo azotaron en el otoño
de 2008. El viario con mayor riesgo de desprendimientos tras
estas calamidades era el situado justo detrás del edificio
donde antes se alojaba la discoteca de ambiente estival La
Cueva.
La Ciudad Autónoma ha respondido con rapidez a la denuncia
efectuada por los vecinos de San Antonio acerca de la
parálisis en que había decaído la recuperación de este
pequeño barrio del Monte Hacho tras el incendio y las
inundaciones que lo asolaron hace ahora poco más de un año.
El martes el encargado de obra y el arquitecto de la empresa
Corsán-Corvián realizaron ya la pertinente inspección del
terreno y ayer las máquinas de la compañía contratada para
acometer estos trabajos de rehabilitación comenzaron con la
recuperación de la calzada situada justo detrás de la
antigua discoteca La Cueva, que como explicó el domingo este
periódico se encontraba completamente hundida como
consecuencia de la inestabilidad del terreno.
Los propios vecinos hubieron de colocar contrafuertes para
que el firme del suelo no siguiera cediendo y las grietas de
los edificios de los aledaños no vinieran a más. Por eso se
trataba del trabajo más urgente.
El presidente de la asociación de vecinos San Antonio Monte
Hacho, Ignacio Becerro, explicó a EL PUEBLO que, en
principio, la recuperación de este viario clave del barrio
era la única obra de rehabilitación que estaba presupuesta
por la Ciudad Autónoma.
El portavoz del ente vecinal dedujo que para la reparación
de las grietas que afecta a los inmuebles del entorno de la
carretera sería precisa la negociación con los propietarios.
Los vecinos se encuentran satisfechos por el nuevo impulso
que han tomado los trabajos de recuperación del barrio
después de más de doce meses en que no se había hecho más
que unas cuantas mediciones. Pero todavía quedan bastantes
cosas por conseguir.
Así, Becerra volvió a denunciar ayer que el Centro de
Menores que se levanta sobre la pendiente de la principal
carretera de acceso al barrio sigue utilizando la ladera del
monte como vertedero de enseres y basuras, y pidió mayor
comunicación con la empresa adjudicataria del servicio de
limpieza de la ciudad, Urbaser.
En todo caso, el vecindario empezó ayer a descansar
tranquilo una vez alejado el riesgo de desprendimientos y de
que el suelo se hundiera bajo sus pies.
Pero los residentes tienen otras reivindicaciones para el
barrio por las que tendrán que luchar todavía, como la
instalación de aceras y de alcantarillado o el soterramiento
del tendido eléctrico.
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