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La Ciudad Autónoma, en concreto, la Consejería de Fomento
previo informe de los servicios de Patrimonio de Cultura,
procedió ayer a la demolición de la gasolinera situada justo
a la entrada de las Murallas Reales por la avenida Martínez
Catena. De este modo, se da cumplimiento a la Ley que
protege estos monumentos.
La Ciudad Autónoma procedió ayer al derribo de la vieja
gasolinera situada en una de las entradas al Patio de Armas
de las Murallas Reales, en concreto, la de Martínez Catena,
que se encontraba en desuso desde hace ya unos años. Tal
como explicó la consejera de Cultura, Mabel Deu, la
demolición ha corrido por cuenta de la Consejería de
Fomento, previo informe de los servicios del Área de
Patrimonio, dependientes de su departamento.
Bien de Interés Cultural
Con la retirada de esta instalación se da cumplimiento a los
preceptos de la Ley de Patrimonio Histórico Español, que
protege no sólo los Bienes de Interés Cultural (BIC), como
lo son las Murallas Reales, sino también su entorno. Según
destacó Deu, los trámites necesarios para poder llevar a
cabo esta actuación han sido largos, pues de hecho, los
servicios técnicos de la Ciudad llevaban más de un año
trabajando en ello.
Por su parte, la portavoz de la Ciudad Autónoma, Yolanda
Bel, señaló ayer al término de la reunión del Consejo de
Gobierno, que el espacio que ocupaba la gasolinera se
convertirá en una nueva zona verde “para el disfrute de los
ciudadanos”.
En la actualidad, tal como se informó desde la consejería de
Cultura y aunque en los últimos años se ha avanzado mucho,
queda por restaurar una buena parte del Conjunto Monumental
de las Murallas Reales, para cuya rehabilitación existe un
Plan Director elaborado en 2000.
Entre los elementos del conjunto que aún quedan por
recuperar se encuentra el Baluarte de Santa Ana, para el
cual existe un proyecto de la Consejería de Economía y
Empleo que supondría su destino para un uso hostelero.
También resta por restaurar, en la zona portuguesa, parte de
los elementos integrados a día de hoy en el Parador
Nacional, así como el semibaluarte de San Pedro, del que se
arreglaron, como en el frente de la Valenciana, las
cubiertas. La contraescarpa del Foso, en el cual se reparó
una parte derruida hace ya bastantes años, también estaría
pendiente de alguna actuación.
Por ora parte estarían el Ángulo de San Pablo (que acoge la
exposición de ‘Las 7 esencias de Ceuta’ y el Revellín de San
Ignacio (sede del Museo de la ciudad), cuyos los interiores
han sido recuperados, y de los quedan por acometer los
exteriores. Además, El glacis o zona libre que debería ser
una franja entre la Muralla y la avenida de San Juan de Dios
ha de ser liberada de todas las construcciones que la
jalonan, desde el Instituto ‘Puertas del Campo’ a los
bloques de viviendas, aunque por el momento sólo se ha
previsto, como la única actuación posible a medio plazo, el
derribo de la comisaría de la Policía Nacional, que se
trasferirá mediante permuta a la Ciudad una vez se construya
la nueva Jefatura Superior en la zona de Ybarrola.
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