El proyecto de presupuestos
generales del Estado para el próximo ejercicio ha recibido
críticas desde todas las ideologías políticas existentes en
nuestro país pero, también desde sus propias filas
protagonizadas por antiguos cargos socialistas que
desempeñaron importantes labores en los ejecutivos de Felipe
González y de José Luis Rodríguez Zapatero. Un documento
caracterizado por incorporar un incremento espectacular en
la presión fiscal que incidirá en la debilitada clase media,
una significativa disminución en las partidas destinadas a
la inversión pública, principal instrumento dinamizador de
la económica de un país y un dramático aumento, en las
partidas destinadas a políticas sociales, como consecuencia
del crecimiento del número de desempleados experimentado en
los últimos meses.
En contraposición a esta forma de entender la gestión
económica nos encontramos con el documento presentado por el
Ejecutivo de la Ciudad Autónoma de Ceuta la pasada semana,
un proyecto consecuente con la lamentable situación socio
económica que padecemos los españoles y en particular, los
ceutíes y que por ello, contiene una importante reducción en
las partidas destinadas al gasto no productivo es decir,
congelación de las remuneraciones de altos cargos y personal
de confianza, disminución de las partidas destinadas a
festejos, celebraciones culturales, publicidad y
comunicación así como, de los gastos de funcionamiento en
todas las áreas.
A diferencia con el proyecto presentado por el Gobierno de
la nación, el de la Ciudad Autónoma incrementa la inversión
pública al objeto de ayudar, en la medida de sus
posibilidades, al mantenimiento de los puestos de trabajo
existentes e incluso su incremento a través de una cantidad
económica cercana a los setenta millones de euros, un
aumento cercano al ocho por ciento en relación al anterior
documento. Debo aclarar, que el incremento del déficit
público sólo alcanza el 0,75% muy inferior al 2,5% que
autoriza el Consejo de Política Fiscal y Financiera.
Un Gobierno de la Ciudad decidido a mantener las partidas
destinadas a políticas sociales pese a la actual situación
de crisis acercándose al treinta y cinco por ciento, de cada
cien euros gastados por el Ejecutivo, treinta y cinco irán
destinados a esta materia. No obstante, existirá un aumento
cuantitativo de tres millones de euros destinados
directamente a políticas de empleo o mejora de los convenios
suscritos entre esta y las asociaciones cívico-sociales que
tienen una relación directa con los sectores más
desfavorecidos de la Ciudad, principales perjudicados en
situaciones de crisis económica como la actual.
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