Sirvan estas líneas como reflexión constructiva crítica. Si
de esta manera contribuyo a mejorar el sistema bien venido
sea….
¿De que ruido hablamos?¿del que afecta a los vecinos y
denuncian los mismos? ¿Se considera la variable subjetiva
del propio concepto ruido?
¿Se esta haciendo los mapas de ruido con participación
ciudadana y con garantías de llegar a implicar soluciones
verdaderamente eficaces a un plazo “razonable”?
O ¿es que todas las denuncias vecinales sobre ruido son
producto de rencillas personales y no tienen fundamento
ninguno y no merecen que se consideren los focos de
contaminación acústica a que las denuncias se refieren?
1.-Antecedentes.-
La Directiva Comunitaria 2002/49/CE - sobre Evaluación y
gestión del ruido ambiental establecía la obligación de
mapas estratégicos de ruidos y planes de acción.
Dicha Directiva, que corresponde al núcleo duro de los
países comunitarios, se limita a comprender los ruidos de
las grandes infraestructuras (carreteras, aeropuertos, nudos
ferroviarios, tráfico,) rechazando frontalmente el ruido del
ocio y ruido vecinal. Establece también una zonificación de
las ciudades dependiendo de su calidad acústica en relación
a esta única coordenada :el ruido de las infraestructuras y
del tráfico.
La Directiva recoge los intereses de las grandes ingenierías
que realizaran importantes trabajos de estudio a costa de
las Administraciones Públicas.
El interés económico quizás prime en la defensa de este
instrumento sin perjuicio de que los orígenes del ruido en
dichos países son otros que en arco mediterráneo.
En resumidas cuentas, los mapas de ruido, no recogen, ni el
ruido del ocio, ni el vecinal, no se adapta a la realidad
del ruido en España y responde más a los intereses
económicos de las grandes ingenierías.
Es obvio, que el problema del ruido en Europa tiene focos
distintos que el ruido en España.
Evidentemente, los mapas de ruido son instrumentos eficaces,
pero no son el único, y la lucha contra el ruido pasa por un
apoyo, control y exigencia a las corporaciones locales en
prevención y disciplina medio ambiental dentro de los
principios de corrección en el foco y cautela. Gestión
diaria local pura y dura.
El ruido que preocupa en las ciudades fundamentalmente no es
ese ruido, es “otro ruido”.
2.-La Ley del Ruido
(Ley 37/2003, de 17 de noviembre, del ruido) transponía
dicha Directiva al Derecho nacional de manera incompleta.
El mapa de ruido es simplemente, por poner un símil médico,
una radiografía de la situación en un momento determinado de
la contaminación acústica en las grandes ciudades.
Pero claro, sólo sabremos de que órgano tenemos que hacer la
radiografía y cómo hacerla si le preguntamos al paciente
donde le duele. Si la hacemos de la parte correcta, y si
esta se hace bien, y la interpretamos adecuadamente entonces
tendremos un buen diagnostico.(Pero sólo del órgano del que
se ha realizado la radiografía no del resto).
Si hacemos una radiografía de la pierna equivocada, o la
placa es mala, el paciente seguirá con dolor.
Diagnostico que se referirá únicamente al ruido de las
infraestructuras no al ruido vecinal o del ocio. Dicho ruido
prescindiremos de diagnosticarlo y por supuesto de curarlo.
En ese caso, dicho mapa de ruidos nos servirá para tomar
medidas adecuadas para rebajar el nivel de ruidos de las
infraestructuras, nunca del ruido del ocio o del vecinal,
que ni siquiera habremos evaluado.
Los mapas del ruido(si están bien hechos) nos informarán de
eso, no del nivel real del ruido de la ciudad en un momento
determinado.
Si nos dejamos llevar por esa información, nos podremos
comprar un piso en zona de movida ,con tres discotecas
abajo, una serrería y que el vecino de arriba toque el
trombón.
Hemos recetado una tomografía sin ni siquiera reconocer al
paciente.
3.-El Convenio de Aarhus .
La LEY 27/2006, de 18 de julio, por la que se regulan los
derechos de acceso a la información, de participación
pública y de acceso a la justicia en materia de medio
ambiente es absolutamente necesaria y obligatoria para poder
realizar un buen diagnostico dejándose orientar por el
paciente ciudadano que soporta la contaminación acústica y
sabe donde le duele.
No podremos entender el ruido de la ciudad y su naturaleza,
ni tampoco el ruido de las grandes infraestructuras, si no
se escucha previamente a los ciudadanos mediante encuestas e
incentivando una comunicación transversal participativa
incluso por los medios de comunicación. De esta forma los
ciudadanos nos indicarán cuales son los focos del ruido,
donde debemos centrarnos en analizar para posteriormente
buscar la mejor solución al problema real integral. No se
puede hacer un mapa de ruidos a espaldas de la ciudadanía.
Con espíritu crítico y democrático, escuchando si hay que
hacer mediciones reales, y no simulaciones, si desde que se
ha hecho la medición ha cambiado la secuencia semafórica o
el sentido de la calle, si los horarios de la realización no
eran los más adecuados etc….El que le duele la muela es el
que se la saca.
El otro día ,en una jornada técnica ,un funcionario de un
importante ayuntamiento andaluz, me indicaba que no era
necesario escuchar a los vecinos en los mapas de ruidos ,que
son temas técnicos.
El comentario resulta aberrante, pero clarificador sobre la
participación ciudadana e información medioambiental en las
corporaciones locales, es como pedir ser universitario para
votar o algo por el estilo sin perjuicio del incumplimiento
frontal de la LEY 27/2006, de 18 de julio, por la que se
regulan los derechos de acceso a la información, de
participación pública y de acceso a la justicia en materia
de medio ambiente (incorpora las Directivas 2003/4/CE y
2003/35/CE)
(BOE nº 171 de 19/7/2006)En concreto art. 18 y conexos..
Es como si los técnicos y funcionarios se quisieran reservar
el saber y la cultura mediante el culto y devoción al
decibelio de forma que de esta manera solo los iniciados
puedan defenderse y opinar del asunto. Por el contrario,
deben facilitar la información y hacerlo de forma clara y
entendible que no obstaculice la información y participación
ciudadana, sino que al contrario la incentive.
Pasó la época en que la cultura estaba en posesión de los
monjes en sus monasterios. Rechacemos estos monjes
acústicos.
Desde luego muestra como se están haciendo las cosas en
determinadas corporaciones locales. Una cacicada más.
...(CONTINUA MAÑANA)
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