Resulta que capturamos a dos de
los piratas que atraparon el pesquero español. Nos los
traemos a España por orden del juez Garzón, lógicamente para
juzgarlos de los delitos que se les imputan. Y como no podía
ser de otra forma, otro juez ante el dictamen médico,
alegando que es menor de edad, pues hay que dejarlo en
libertad o enviarlo a un centro de menores, que es lo que
decide este juez, ajustándose a lo que marca la ley, puesto
que al parecer tiene menos de dieciocho años. Hasta aquí
todo dentro de la legalidad.
Ahora resulta que tras otro examen médico, se dictamina que
el “angelito” mío, es mayor de edad y por tanto a de ser
juzgado como a un adulto. Al final, como pasa siempre, las
cosas se van aclarando y el “angelito” ya está en el “bote”.
Al ser considerado mayor de edad ni te cuento, serrana del
alma mía, el sufrimiento que se habrán llevado esos que
siempre salen que son tan “buenos”, por haber perdido la
oportunidad de poder prestarle todo su apoyo a este
“angelito”.
Un “angelito” que no llevaba, en sus manos, ningún arma con
capacidad para herir o matar a alguno de los marineros del
buque apresado por los piratas. Seguro que, de haber
resultado ser menor de edad, lo que llevaría serían bombones
y caramelos para regalárselos a los marineros secuestrados.
¡Son tan buenos estos “angelitos”!.
Y teniendo en cuenta ese detalle del “angelito”, llevar
bombones y caramelos, por ser menor de edad, los “buenos”
hubiesen pedido que el Estado se hubiese hecho cargo del
mismo, dándole la educación correspondiente y permitiéndole
incluso la reagrupación familiar. Ya lo dijo aquel: “no es
bueno que estos “angelitos” estén separados de sus padres”.
Mala suerte que han tenido al ser considerado, previo examen
médico, que es mayor de edad. ¡Dita sean las papas en
amarillo, con fideos gordos y júreles fritos del día
anterior!.
Total que, al fin, hemos sabido que hacer con él, porque en
un principio y al ser considerado menor de edad, qué
solución le hubiésemos dado al problema. Vaya usted a saber,
si aprovechando el se menor de edad, le hubiésemos dado la
oportunidad de intervenir a todos esos tan “buenos”.
Cervantes nos retrato de forma impecable, en el Quijote,
somos unos quijotes, por m chas vueltas que le demos al
asunto.
Bueno, en este asunto queda otro asunto, el de los
independentistas de Las vascongadas, eso que no quieren
saber nada con España y que no quieren que el ejército
español esté en su país?. Esos, son los mismos, que ahora
quieren que intervenga el ejército español en defensa de los
pesqueros que faenan por aquellos lares. ¡Ele el arte, y al
decir arte no me refiero al de pesca!.
Me gustaría saber, bajo que bandera navegan cuándo estaban
faenando en aquellas aguas internacionales, bajo bandera
española o bajo la bandera de ese país que ni ha sido, ni es
un país, por mucho que los independentistas vascos nos
machaquen a todas horas, hablándonos de su país?,queriendo
ser independiente de España. Un siglo de estos voy a contar
por qué los romanos no conquistaron ese supuesto país.
|