La consejera de Juventud, Kissy Chandiramani, y el director
general del Instituto Andaluz de la Juventud (IAJ), Raúl
Perales, fueron los encargados de clausurar la jornada de
puertas abiertas del Seminario de Inclusión Social. Perales
destacó la labor de las nuevas generaciones para construir
“un mundo nuevo” defendiendo el concepto de libertad basada
en la igualdad de oportunidades para los jóvenes.
“Construir un mundo nuevo nos corresponderá a nosotros, las
nuevas generaciones, a través de una libertad basada en el
concepto de oportunidades”. Con esta palabras puso el broche
final a la jornada de puertas abiertas del Seminario de
Inclusión Social, el director general del Instituto Andaluz
de la Juventud (IAJ), Raúl Perales.
Acompañado de la consejera de Juventud, Deportes y Nuevas
Tecnologías, Kissy Chandiramani, Perales vino a desmentir
los discursos colectivos que existen sobre la juventud
argumentando que la generación actual era “solidaria y
comprometida”, quizás la más formada de la historia, y
preocupada por la inclusión social de todos los colectivos
sin distinción de raza, sexo o condición aunque lamentó que
la coyuntura económica no fuera pareja a esta situación.
“Estoy seguro de que en estos días habéis hecho una buena
gestión del conocimiento basándose en los cuatro ejes que
dan significado al programa Juventud en Acción y que son:
hacer más cercana Europa, incluir socialmente, romper las
barreras idiomáticas y abrir el concepto de ciudadanía
compartida”, valoró Perales. Por su parte, la consejera de
Juventud, Kissy Chandiramani, aplaudió la labor de los
técnicos como mediadores en situaciones de conflictividad;
una intervención que consideró “fundamental para conseguir
una sociedad más justa e igualitaria para los jóvenes”.
Quienes más disfrutaron de esta sesión a puertas abiertas
fueron los propios participantes del seminario, seis de
ellos como meros expertos en iniciativas autonómicas que ya
han dado sus primeros resultados en la inclusión de jóvenes
con menos oportunidades. Casos como el de Carmen Martínez,
trabajadora de Murcia, la cual expuso su proyecto de acceso
a la información en jóvenes con discapacidad sensorial.
“Contactamos con cuatro ayuntamientos europeos y cuatro de
América Latina, y nos pusimos en contacto con asociaciones
que tratasen a este colectivo. Hicimos un seminario y un
intercambio y el objetivo conseguido fue que los jóvenes nos
dijeron cómo podíamos adaptar los centros de información
juvenil a sus necesidades para que tuvieron acceso a ella.
Después del proyecto, tuvimos jóvenes que hicieron una
prestación de servicio voluntario en México”, relató la
joven.
Otro ejemplo expuesto fue el Francisco Javier Lobo,
voluntario madrileño que versó sobre la democracia
participativa definiendo esta como una herramienta donde el
colectivo decide el qué y el cómo de una acción a emprender.
“Hicimos un encuentro donde los chavales crearon sus propias
actividades, las debaten, se reúnen, y las eligen según sus
carencias y necesidades. Somos pioneros de esta acción con
un encuentro en Francia y se hicieron talleres, se
recogieron alimentos en el Sáhara, visitaron hospitales. Los
jóvenes deciden lo que quieren hacer, desean mejorar”.
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