El fiscal solicitó ayer dos años de prisión y 225 euros de
multa para un sujeto por el presunto delito de atentado
acompañado de supuestas faltas de amenazas, lesiones y
daños. Para la acusada, madre del también imputado, la
Fiscalía pide 135 euros de multa por una presunta falta de
desobediencia ya que, al parecer, golpeó a los agentes.
Dos años de prisión por el supuesto delito de atentado y 235
euros de multa por las presuntas faltas de daños, amenazas y
lesiones, fueron las penas solicitadas por el fiscal para un
sujeto que supuestamente lanzó varios botellines de cristal
a la puerta de su vecino, profiriéndole insultos y amenazas.
Para la madre de este, también imputada por una supuesta
falta de desobediencia, la Fiscalía pide 135 euros de multa.
Al parecer, los hechos tuvieron lugar en el polígono Virgen
de África, sobre las tres menos cuarto de la tarde del 23 de
septiembre. Según relató el imputado, se encontraba bebiendo
unas cervezas fuera del edificio pero sin molestar a nadie.
“Entonces mi vecino empezó a insultame hace una semana
porque lo vi pinchando una rueda y se lo dije al dueño del
coche. Luego llegó la policía, me puse nervioso de ver cómo
pegaban a mi madre, y cuando me pusieron los grilletes pues
no recuerdo si les pegué o les pegué. Peor nunca tiré los
botellines contra su puerta”.
La imputada, por su parte, declaró que no había recogido
cristales en ninguna parte y que su hijo estaba en la calle,
no dentro del edificio. “Cuando llegaron los agentes intenté
mediar porque vi cómo agredían a mi hijo y al final me
pegaron a mí”.
El denunciante, sin embargo, manifestó que el acusado le
había lanzado los botellines contra la puerta y le había
insultado. “La madre empezó a recoger los cristales para
quitar pruebas y cuando llegaron los policías, los dos
empezaron a insultarlos y pegarles”.
Los agentes de la Policía Nacional, en calidad de testigos,
corroboraron la versión del denunciante y aclararon que
habían sido agredidos por los acusados en varios momentos
del suceso; además de haber visto los cristales esparcidos
delante de la puerta del perjudicado, vecino de los
procesados, así como por las escaleras del edificio. El
juicio quedó visto para sentencia.
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