Todo lo que no es la nueva ley reguladora de la IVE”. Así es
como debió titularse el pasado martes el artículo de opinión
de NNGG sobre la nueva regulación del aborto. No es la
primera vez que los jóvenes populares se manifiestan en este
sentido, y al igual que el resto de sectores de la derecha,
utilizaron como armas la demagogia y la desinformación para
engañar a la opinión pública e intentar imponer las más
rancias doctrinas morales.
Es fundamental indicar que la nueva ley supone un avance
tanto en derechos sexuales y reproductivos como en garantías
y seguridad para aquellas mujeres que decidan poner fin a su
embarazo y a los profesionales que las apoyen y ayuden en
esos momentos tan difíciles. Pero al Partido Popular y por
tanto a Nuevas Generaciones, esto no parece importarles,
quizá por el desprecio manifiesto hacia todo lo que suene a
igualdad y a nuevos derechos sociales.
Conviene recordar como a finales de 2007, en la Comunidad de
Madrid, 25 mujeres y 3 médicos fueron llevados ante la
justicia acusados de practicar abortos fuera de los casos
permitidos por la ley. En octubre de 2009 un auto judicial
confirmaba que no existía el más mínimo indicio de que en la
clínica se hubiera practicado un sólo aborto fuera de los
casos permitidos por la ley. El juez fue más allá y llegó a
afirmar que se había manipulado la realidad “de modo, cuando
menos, oblicuo o torticero” iniciándose una persecución
“inquisitorial”. El magistrado afirmaba también, que el
derecho a la intimidad de las pacientes quedó “devastado”
porque en el procedimiento judicial no se tomó ninguna
medida para preservar su anonimato.
Quizá NNGG no sea capaz de entender la importancia de los
hechos descritos porque no considera tan grave exponer
públicamente a estas mujeres y profesionales, pero los
socialistas si pudimos ver las flaquezas del actual sistema
y la necesidad de evitar en el futuro nuevas cacerías de
brujas.
Entre los argumentos de la derecha para oponerse a la nueva
regulación de la IVE descubrimos con sorpresa el de la
desprotección para la mujer. Se empeña esta derecha en
mostrar a la mujer como un ser débil e influenciable,
incapaz de decidir sobre sí misma y necesitada de tutela.
Habrá que repetirles, una y otra vez, hasta que se lo crean,
que vivimos tiempos de igualdad entre hombres y mujeres y
que hay que abandonar las reminiscencias de otras épocas,
pues ya no sirve esa visión simplista de la mujer como mera
reproductora. Con la nueva ley se reconocerá y protegerá el
derecho de la mujer a decidir sobre su maternidad. Es
denigrante que NNGG en su artículo haga una similitud de tal
derecho inalienable con la flora, la fauna o el patrimonio.
En su artículo también critican que la ley reconozca este
derecho de poder elegir a jóvenes a partir de 16 años, sin
entender NNGG que esta medida servirá para acabar con la
situación de excepcionalidad que choca frontalmente con la
capacidad jurídica y de obrar que se reconoce a los menores
a partir de esa edad. Pongamos algunos ejemplos:
Nuestro Código Civil permite a jóvenes de 16 años contraer
matrimonio sin que nadie se plantee si acudirán a dar el sí
quiero conduciendo su propio vehículo o brindar el día de su
boda con bebidas espirituosas. . Si se considera que una
persona de 16 años está capacitada para formar una familia,
¿por qué no va a estarlo para decidir si quiere o no ser
madre?
La Ley de autonomía del Paciente, aprobada en 2002, permite
a una mujer de 16 años ser donante, operarse de apendicitis,
someterse a cirugía plástica o negarse a recibir tratamiento
contra el cáncer, pero no considera que tenga capacidad para
decidir por sí misma si desea o no ser madre.
Tampoco parece gustarles que puedan hacerlo sin el
consentimiento paterno. Cabe preguntarse en serio, si es
justo que una mujer mayor de 16 años tenga que someterse a
la voluntad de sus padres a la hora de tomar una decisión
que le afectará de por vida, si es aceptable que sus padres
puedan obligarla a ser madres o a interrumpir su embarazo,
situación que la derecha obvia de manera interesada.
No es la intención del Gobierno ni el espíritu de esta ley,
que estas jóvenes no recurran al consejo y al apoyo de sus
padres a la hora de tomar una decisión tan importante. No se
priva a los padres de ningún derecho, será su hija la que
decida en qué grado podrán participar en la decisión. Se les
da a las jóvenes la opción de decidir por sí mismas,
contando con el adecuado consejo y asesoramiento médico,
evitando así que una minoría de jóvenes que viven en
familias fragmentadas por diferentes motivos puedan ser
obligadas a ser o no ser madres.
Entre los grandes argumentos de NNGG está el del
debilitamiento progresivo de la conciencia social sobre la
gravedad del aborto como consecuencia de una peligrosísima
crisis del sentido moral. Menos mal que los obispos y la
derecha más reaccionaria están ahí para recordarnos a los
españoles, que hemos perdido el camino de la salvación, cómo
debemos pensar. No puede comentarse nada más.
Hay que desmentir que la nueva ley de plazos vaya aumentar
en número de abortos, pues países como Holanda son el
ejemplo, con una de las leyes más permisivas de Europa y
unas tasas bajísimas. Lo que sí aumenta el número de abortos
es el bloqueo de las políticas de educación sexual y
reproductiva y del acceso a los métodos anticonceptivos.
Ahondando en la nueva regulación del IVE, ésta es necesaria
porque la actual regulación del aborto tiene casi 25 años y
se ha mostrado incapaz de dar seguridad jurídica a las
mujeres y profesionales sanitarios; porque se ha puesto de
manifiesto la necesidad de abandonar la actual regulación
punitiva y optar por una nueva legislación garantista y
preventiva, y porque la desigualdad en la aplicación de la
actual ley exigía un cambio.
Por lo tanto, la reforma del IVE no es un capricho de este
Gobierno, es una demanda social. Ya es difícil para una
mujer tomar la decisión de interrumpir su embarazo pero una
vez llegado a este punto es obligación del Gobierno
salvaguardar su dignidad.
Al igual que España, la mayor parte de los países miembros
de la Unión Europea que regulan el aborto, están centradas
en el Derecho a la salud, optando la mayoría por un modelo
legal mixto de ley de plazos con indicaciones.
Ante esta realidad, el Ministerio de Igualdad encargó a un
Comité de expertos y a una ponencia parlamentaria la
elaboración de sendos estudios sobre la situación del aborto
en España, la legislación actual y las alternativas de
futuro. Las conclusiones de este Comité han sido las bases
del Proyecto de Ley de Salud, Sexual y Reproductiva y de
Interrupción Voluntaria del Embarazo presentada por el
Gobierno.
El proyecto reconoce el derecho de las mujeres a decidir
sobre su propia maternidad dentro de unos plazos, y marca
como objetivo primordial garantizar la seguridad jurídica y
el respeto a los derechos fundamentales de las mujeres y de
los profesionales que las atienden y la equidad territorial.
Las mujeres que decidan abortar quedarán fuera del código
penal. La nueva norma permite a la mujer embarazada decidir
con la asistencia de profesionales y en centros sanitarios
acreditados qué hacer.
La nueva ley recoge las recomendaciones que desde Naciones
Unidas, la organización Mundial de la Salud y la Unión
Europea se han realizado para que los estados aprueben
legislaciones seguras y con garantías para el ejercicio del
derecho y la dignidad de las mujeres y se marca como reto
fundamental el establecimiento de una estrategia nacional de
salud sexual y reproductiva, cuyo objetivo esencial es
conseguir reducir el número de embarazos no deseados, y por
tanto el de abortos.
Frente a esto, la derecha ha optado por reabrir el debate
lleno de cuestiones morales y religiosas sobre si debe
admitirse la legalidad del aborto, sin tener en cuenta que
esta cuestión ya se ha superado en España, donde es posible
interrumpir un embarazo y que lo que toca ahora es acordar
una nueva regulación que de seguridad jurídica.
Como punto final nos gustaría explicar a Nuevas
Generaciones, con ejemplos, que significan las palabras
hipocresía y exitazo.
Hipocresía es hablar hoy de derecho a la vida y de Derechos
Humanos cuando en los ocho años de gobierno de Aznar no se
tocó ni una coma de la actual ley del aborto, pese a que el
número de IVE´s seguía creciendo
Exitazo fueron las manifestaciones contra la Guerra de Irak
Por último, queremos destacar que aunque este artículo lo
firman unas siglas, está escrito por mujeres, y nos vamos a
permitir la licencia de decirle a NNGG que ni sus doctrinas
religiosas ni sus criterios morales van a obligarnos a ser
madres. La maternidad es nuestro derecho natural como
mujeres y lo ejerceremos cuando estemos preparadas.
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