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OPINIÓN - JUEVES, 22 DE OCTUBRE DE 2009

 
COMUNICADO

Ya está bien de tanta demagogía

Por Secretaría de Igualdad de JSCE


Todo lo que no es la nueva ley reguladora de la IVE”. Así es como debió titularse el pasado martes el artículo de opinión de NNGG sobre la nueva regulación del aborto. No es la primera vez que los jóvenes populares se manifiestan en este sentido, y al igual que el resto de sectores de la derecha, utilizaron como armas la demagogia y la desinformación para engañar a la opinión pública e intentar imponer las más rancias doctrinas morales.

Es fundamental indicar que la nueva ley supone un avance tanto en derechos sexuales y reproductivos como en garantías y seguridad para aquellas mujeres que decidan poner fin a su embarazo y a los profesionales que las apoyen y ayuden en esos momentos tan difíciles. Pero al Partido Popular y por tanto a Nuevas Generaciones, esto no parece importarles, quizá por el desprecio manifiesto hacia todo lo que suene a igualdad y a nuevos derechos sociales.

Conviene recordar como a finales de 2007, en la Comunidad de Madrid, 25 mujeres y 3 médicos fueron llevados ante la justicia acusados de practicar abortos fuera de los casos permitidos por la ley. En octubre de 2009 un auto judicial confirmaba que no existía el más mínimo indicio de que en la clínica se hubiera practicado un sólo aborto fuera de los casos permitidos por la ley. El juez fue más allá y llegó a afirmar que se había manipulado la realidad “de modo, cuando menos, oblicuo o torticero” iniciándose una persecución “inquisitorial”. El magistrado afirmaba también, que el derecho a la intimidad de las pacientes quedó “devastado” porque en el procedimiento judicial no se tomó ninguna medida para preservar su anonimato.

Quizá NNGG no sea capaz de entender la importancia de los hechos descritos porque no considera tan grave exponer públicamente a estas mujeres y profesionales, pero los socialistas si pudimos ver las flaquezas del actual sistema y la necesidad de evitar en el futuro nuevas cacerías de brujas.

Entre los argumentos de la derecha para oponerse a la nueva regulación de la IVE descubrimos con sorpresa el de la desprotección para la mujer. Se empeña esta derecha en mostrar a la mujer como un ser débil e influenciable, incapaz de decidir sobre sí misma y necesitada de tutela. Habrá que repetirles, una y otra vez, hasta que se lo crean, que vivimos tiempos de igualdad entre hombres y mujeres y que hay que abandonar las reminiscencias de otras épocas, pues ya no sirve esa visión simplista de la mujer como mera reproductora. Con la nueva ley se reconocerá y protegerá el derecho de la mujer a decidir sobre su maternidad. Es denigrante que NNGG en su artículo haga una similitud de tal derecho inalienable con la flora, la fauna o el patrimonio.

En su artículo también critican que la ley reconozca este derecho de poder elegir a jóvenes a partir de 16 años, sin entender NNGG que esta medida servirá para acabar con la situación de excepcionalidad que choca frontalmente con la capacidad jurídica y de obrar que se reconoce a los menores a partir de esa edad. Pongamos algunos ejemplos:

Nuestro Código Civil permite a jóvenes de 16 años contraer matrimonio sin que nadie se plantee si acudirán a dar el sí quiero conduciendo su propio vehículo o brindar el día de su boda con bebidas espirituosas. . Si se considera que una persona de 16 años está capacitada para formar una familia, ¿por qué no va a estarlo para decidir si quiere o no ser madre?

La Ley de autonomía del Paciente, aprobada en 2002, permite a una mujer de 16 años ser donante, operarse de apendicitis, someterse a cirugía plástica o negarse a recibir tratamiento contra el cáncer, pero no considera que tenga capacidad para decidir por sí misma si desea o no ser madre.

Tampoco parece gustarles que puedan hacerlo sin el consentimiento paterno. Cabe preguntarse en serio, si es justo que una mujer mayor de 16 años tenga que someterse a la voluntad de sus padres a la hora de tomar una decisión que le afectará de por vida, si es aceptable que sus padres puedan obligarla a ser madres o a interrumpir su embarazo, situación que la derecha obvia de manera interesada.

No es la intención del Gobierno ni el espíritu de esta ley, que estas jóvenes no recurran al consejo y al apoyo de sus padres a la hora de tomar una decisión tan importante. No se priva a los padres de ningún derecho, será su hija la que decida en qué grado podrán participar en la decisión. Se les da a las jóvenes la opción de decidir por sí mismas, contando con el adecuado consejo y asesoramiento médico, evitando así que una minoría de jóvenes que viven en familias fragmentadas por diferentes motivos puedan ser obligadas a ser o no ser madres.

Entre los grandes argumentos de NNGG está el del debilitamiento progresivo de la conciencia social sobre la gravedad del aborto como consecuencia de una peligrosísima crisis del sentido moral. Menos mal que los obispos y la derecha más reaccionaria están ahí para recordarnos a los españoles, que hemos perdido el camino de la salvación, cómo debemos pensar. No puede comentarse nada más.

Hay que desmentir que la nueva ley de plazos vaya aumentar en número de abortos, pues países como Holanda son el ejemplo, con una de las leyes más permisivas de Europa y unas tasas bajísimas. Lo que sí aumenta el número de abortos es el bloqueo de las políticas de educación sexual y reproductiva y del acceso a los métodos anticonceptivos.

Ahondando en la nueva regulación del IVE, ésta es necesaria porque la actual regulación del aborto tiene casi 25 años y se ha mostrado incapaz de dar seguridad jurídica a las mujeres y profesionales sanitarios; porque se ha puesto de manifiesto la necesidad de abandonar la actual regulación punitiva y optar por una nueva legislación garantista y preventiva, y porque la desigualdad en la aplicación de la actual ley exigía un cambio.

Por lo tanto, la reforma del IVE no es un capricho de este Gobierno, es una demanda social. Ya es difícil para una mujer tomar la decisión de interrumpir su embarazo pero una vez llegado a este punto es obligación del Gobierno salvaguardar su dignidad.

Al igual que España, la mayor parte de los países miembros de la Unión Europea que regulan el aborto, están centradas en el Derecho a la salud, optando la mayoría por un modelo legal mixto de ley de plazos con indicaciones.

Ante esta realidad, el Ministerio de Igualdad encargó a un Comité de expertos y a una ponencia parlamentaria la elaboración de sendos estudios sobre la situación del aborto en España, la legislación actual y las alternativas de futuro. Las conclusiones de este Comité han sido las bases del Proyecto de Ley de Salud, Sexual y Reproductiva y de Interrupción Voluntaria del Embarazo presentada por el Gobierno.

El proyecto reconoce el derecho de las mujeres a decidir sobre su propia maternidad dentro de unos plazos, y marca como objetivo primordial garantizar la seguridad jurídica y el respeto a los derechos fundamentales de las mujeres y de los profesionales que las atienden y la equidad territorial. Las mujeres que decidan abortar quedarán fuera del código penal. La nueva norma permite a la mujer embarazada decidir con la asistencia de profesionales y en centros sanitarios acreditados qué hacer.

La nueva ley recoge las recomendaciones que desde Naciones Unidas, la organización Mundial de la Salud y la Unión Europea se han realizado para que los estados aprueben legislaciones seguras y con garantías para el ejercicio del derecho y la dignidad de las mujeres y se marca como reto fundamental el establecimiento de una estrategia nacional de salud sexual y reproductiva, cuyo objetivo esencial es conseguir reducir el número de embarazos no deseados, y por tanto el de abortos.

Frente a esto, la derecha ha optado por reabrir el debate lleno de cuestiones morales y religiosas sobre si debe admitirse la legalidad del aborto, sin tener en cuenta que esta cuestión ya se ha superado en España, donde es posible interrumpir un embarazo y que lo que toca ahora es acordar una nueva regulación que de seguridad jurídica.

Como punto final nos gustaría explicar a Nuevas Generaciones, con ejemplos, que significan las palabras hipocresía y exitazo.

Hipocresía es hablar hoy de derecho a la vida y de Derechos Humanos cuando en los ocho años de gobierno de Aznar no se tocó ni una coma de la actual ley del aborto, pese a que el número de IVE´s seguía creciendo

Exitazo fueron las manifestaciones contra la Guerra de Irak

Por último, queremos destacar que aunque este artículo lo firman unas siglas, está escrito por mujeres, y nos vamos a permitir la licencia de decirle a NNGG que ni sus doctrinas religiosas ni sus criterios morales van a obligarnos a ser madres. La maternidad es nuestro derecho natural como mujeres y lo ejerceremos cuando estemos preparadas.
 

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