No se quién dijo, porque entre
otras cosas no me importa nada, “que la política era el arte
de mentir”. Luego según su pensamiento, la política es una
gran mentira. Se puede o no se puede estar de acuerdo con la
frase, pero de lo que no cabe duda alguna es que, en
política, hay extraños compañeros de cama.
Si usted se fija, con detenimiento, en algunos
acontecimientos producidos durante los años que llevamos de
democracia encontrará, sin muchos esfuerzos, pactos “antinatura”,
que por muchas vueltas que le dé a la cabeza, le parece poco
menos que imposible que eso pactos se hayan producidos.
Mismamente, en esta tierra nuestra, para poder gobernar el
Partido Popular, se tuvo que llegar aun acuerdo con algunos
tránsfugas del GIL que, por cierto, algunos de ellos están
en el equipo de gobierno. Lo que me lleva a pensar, no se yo
por qué tengo que pensar, que de lo que se trata, ya sea
aquí en esta tierra o en otros lugares de España, con esos
pactos “antinatura”, es gobernar. Lo que me lleva a recordar
una frase que decía la sabia de mí abuela:”ande yo caliente,
ríanse las gentes”. Y entonces no me queda más remedio, que
admitir la celebre frase de que la política es el arte de
mentir.
Y la siguiente pregunta que me hago, a quién se miente.
Pues, sencillamente, se miente a los votantes que,
precisamente, no entregaron sus votos a esos tránsfugas,
para la realización de esos pactos que de no ser nada en
política, les llevan a ocupar puestos importantes.
No hace mucho, en las pasadas elecciones autonómicas, para
desbancar al PNV, el Partido Popular y el PSOE se aliaron y
de esa forma, acabaron con un partido que había gobernado
durante treinta años Las Vascongadas.
Este pacto, a pesar de ser ”antinatura” , ha permitido
acabar con los nacionalistas y darle otra forma de vida a
Las Vascongadas, llevando a sus habitantes a una nueva forma
de vida muy diferente a la impuesta por el nacionalismo del
PNV.
El caso curioso es que, para sacar los PGE adelante, el PSOE
necesita los votos del PNV y, lógicamente, ha llegado a un
acuerdo con la formación nacionalista. Cuál es le precio de
ese acuerdo. No lo se pero, indiscutiblemente, debe ser algo
que beneficie al PNV. Ya que los nacionalistas no van a dar
su voto sin recibir algo ventajoso para sus intereses. Esto
está de una claridad meridiana. Nadie da duro a tres
pesetas.
Por principio, el PNV en la manifestación llevada a cabo en
Lizarra defiende la paz entre gritos por la lucha armada de
ETA. A ver si alguien me puede explicar cómo se come esto de
participar en esa manifestación, cuando se ha realizado un
pacto con el Gobierno dándole sus votos para sacar adelante
los PGE.
Resulta cínico que Egibar, miembro destacado del PNV,
justificara su presencia, en dicha manifestación, como
muestra de “apoyo a quienes quieren construir un futuro en
paz”. Mnada… la cosa.
La manifestación, quiera Egibar o no, era una estrategia de
la banda terrorista para seguir condicionando la política de
Las Vascongadas, tratando de atraerse a los elementos más
radicales del PNV. ¿O no?
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