La mejora de la calidad de vida en
las ciudades no depende sólo de las grandes obras. Proyectos
como los de rehabilitación de viviendas y edificios
contribuyen de manera decisiva a hacer más habitables los
espacios públicos y, sobre todo, los privados. El problema
de la infravivienda o de las edificaciones deterioradas por
el paso del tiempo y la falta de mantenimiento, no es
exclusivo de Ceuta, pero en algunas de sus barriadas e
incluso en determinadas zonas del centro resulta
especialmente preocupante. Ayer se tuvo noticia de dos
programas públicos importantes destinados a paliar estas
deficiencias, por un lado, de la aprobación, por parte del
Consejo de Gobierno de la Ciudad, de las bases de la
convocatoria de ayudas a la rehabilitación que se realizará
dentro del Plan Estatal de Vivienda 2009-2012, que Ceuta se
firmó con el Ministerio el pasado mes de abril. En este
caso, las subvenciones se concederán para un total de 300
actuaciones, dirigidas en su mayoría a la eliminación de
barreras arquitectónicas en edificios (290), mientras que la
decena restante se reserva para el mismo objetivo en
viviendas. El importe máximo de estas ayudas será de 6.500
euros.
Por otra parte, y aunque de menor entidad e importancia, en
cuanto a su cuantía y alcance, que el anterior programa, la
ministra de Vivienda, Beatriz Corredor, dio a conocer ayer
en el Senado el próximo abono del 50% que queda por aportar
a las autonomías del fondo de rehabilitación incluido en el
que se denominó Plan E, para el estímulo de la economía y el
empleo. Ceuta percibirá en total unos 240.000 euros que se
han destinado a otro proyecto importante, la reforma de la
que se ha constituido como primera Área de Rehabilitación
Integral (ARI) de la ciudad, para las barriadas de Bermudo
Soriano. Este proyecto, gestionado por la empresa municipal
de la vivienda, Emvicesa, e integrado también en el Plan
Estatal 2009-2012, tiene un presupuesto de 1,3 millones de
euros y permitirá la rehabilitación de fachadas y cubiertas
de un total de 228 viviendas.
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