Los datos aportados por el relato de la acusación del
Ministerio Fiscal en la ciudad hacen referencia a la
madrugada del cinco al seis de agosto, en plena Operación
Feriante, en el embarque de vehículos del puerto ceutí.
Durante la inspección realizada por los agentes de la
Guardia Civil y los canes, localizaron que en los bajos de
la furgoneta del imputado iba un ciudadano marroquí
indocumentado atado al suelo del turismo, motivo por el que
los agentes procedieron a la detención de ambos.
El acusado declaró durante el juicio celebrado en la
Audiencia Provincial que desconocía la existencia del sujeto
ya que “mi furgoneta llevaba varios días aparcada en las
inmediaciones del puerto para trasladarnos nuevamente a la
península”. Pese a que no compareció en la vista oral en
calidad de testigo al ser devuelto a su país, el ilegal
confesó en sus declaraciones ante el juzgado instructor que
no había pactado su traslado a la península con el acusado y
que había sido decisión e iniciativa propia.
Para el procesado, la representante del Ministerio Fiscal
pide siete años de cárcel por el presunto delito contra los
derechos de los ciudadanos extranjeros, recogido en el
artículo 318 del Código Penal. Por su parte, el abogado de
la defensa solicita la acusación de su representado alegando
que este no sabía de la existencia del marroquí. El juicio
quedó visto para sentencia.
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