Es, a partir de esta doble perspectiva, como puedo analizar
el partido que el domingo jugó en tierras murcianas, en el
campo Las Torres, de Picote, el Ceuta
Y es que el equipo caballa no entró en Murcia, se quedó a
diez kilómetros de la capital de la Comunidad Murciana, y a
años luz de lo que tenía que hacer para sacar adelante un
partido, no fácil, pero salvable y con ello ahora hubiera
sido el líder del grupo.
Desde muy pronto se vieron dos cosas, la primera que el
Ceuta salió con un talante muy distinto a como salió ante el
Polideportivo Ejido, por ejemplo, y la segunda que el
colegiado García Castillo, dicen que muy experimentado en la
categoría, hacía el arbitraje a su manera, sancionaba con
“leal saber y entender”, pero equivocándose constantemente,
o pitando cosas que sólo el parecía ver.
De todas formas, dejando de lado al trencilla, el Ceuta no
fue capaz de entrar en el partido y su punto flaco estuvo,
en toda la primera parte, especialmente, en su banda
derecha, por la que entró el extremo izquierdo (por utilizar
la terminología de cuando había ese tipo de jugadores) se
fue en doce ocasiones, creando las ocasiones más peligrosas
a favor de los de casa.
Esa zona del campo fue dominada y controlada por el Murcia,
sin enterarse el Ceuta, y en contadas ocasiones se frenó al
jugador que entraba por ahí.
A lo largo de todo el primer tiempo, además de la ocasión
que terminó en el primer gol, tras una falta y el corner
siguiente, los locales llegaron con peligro en otras tres
ocasiones, en las que el meta Ramón salvó, cuando menos, de
otro gol más.
En todo ese tiempo, el Ceuta no tiró ni una vez con peligro
a la meta del cancerbero Pulpo. Así se puede empatar, a
cero, pero no se puede ganar.
En la segunda mitad hubo más juego, pero el Ceuta siguió tan
romo como en la primera parte y es que, si se te presentan
un par de ocasiones y las fallas estrepitosamente, luego
después ya no se puede hacer mucho.
Además, en esta ocasión, los cambios que efectuó Carlos Orúe
no dieron todo lo que él esperaría de ellos, y si bien es
cierto que Javi Gómez, que reemplazó a Javi Navarro, en los
primeros instantes parecía que iba a dar guerra al
contrario, al final se quedó en eso, en un auténtico bluff
que falló una ocasión, la primera que tuvo el Ceuta, y a
partir de ahí habló mucho, pero jugó muy poco.
En este segundo tiempo, además de la ocasión de Javi Gómez,
ya comentada, tuvo una clarísima Aarón, quien solo ante la
portería echó el balón fuera.
Hemos comentado dos ocasiones del Ceuta y nos falta otra, en
el minuto 19 del segundo tiempo, cuando Pepe Martínez sacó
una falta que hizo estirarse al meta Pulpo.
Fuera de esto, no podemos comentar ninguna otra ocasión del
Ceuta, mientras en los locales, además de los 3 goles
marcados, en el minuto 32 Matías Alonso estrelló el balón en
el larguero de la meta de Ramón, y ya antes Pico había
disparado con peligro un balón que salió rozando el poste.
Con todo ya resuelto, con los tres tantos en el marcador, en
el minuto 90 hubo otra ocasión más del Murcia “B”.
Sin entrar en más detalles, fueron muchas las ocasiones que
crearon los locales, y muy poco lo que inquietó el Ceuta,
que se ha quejado de que el primer tanto llegó tras una
falta más que dudosa. Yo incluso creo que ahí no hubo falta,
pero esa falta se sacó, el balón fue a corner, y poco tiene
que ver esa falta con la descolocación que tuvo la defensa
ceutí para que rematara, a placer, Rojas y así inaugurara el
marcador.
Tampoco me sirve la justificación de que el campo fuera de
césped artificial y chico, porque ese césped es igual para
todos, además de que durante las últimas semanas el Ceuta ha
estado entrenando en un campo así, por la resiembra de
Alfonso Murube.
Lo único positivo que se debe haber sacado de este encuentro
es que debe servir para que en el futuro se salga a ganar en
todas partes, que el Ceuta puede estar arriba, pero
trabajando, y que un equipo desdibujado, dehilvanado y sin
nervio no va a tener fácil estar entre los cuatro primeros,
a pesar de que el grupo es ..., como es.
Dando facilidades, estando sin sitio, jugando como en el
patio de un colegio y no yendo, desde el primer instante,
por la victoria, puede encontrarse el Ceuta con más
sorpresas, porque el grupo es flojo, muy flojo, pero nadie
regalará nada, ni el nombre va a apabullar a ningún otro,
por muy modesto que sea.
Y sobre la expulsión del técnico ceutí, a instancias del
auxiliar, no sé por qué sería, posiblemente porque dijera
algo, conociendo a Carlos Orúe no creo haya dicho nada
injurioso, ni ofensivo, a lo sumo podría haber dicho lo que
todos vimos, que el árbitro era “como la carne pescuezo”, y
ni siquiera diría eso.
Este lance, a lo sumo, sería la anécdota de un mal día en
tierras murcianas.
No dio para mucho más un encuentro como ese, menos mal a que
por su horario nos permitió pasar la tarde libre, que si
además perdemos la tarde viendo eso “apañaos” hubiéramos
estado.
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