Nueva ordenanza de playas, donde
se prohibe durante todo el año la bajada y movimientos de
perros, canes de cuatro patas, aunque a decir verdad los
animales no tienen culpa, por cuanto hay perros de dos patas
y con esto no señalo a nadie.
Entre medias vemos las noticias de que un joven cae al mar
con un coche, gente que no se puede tirar al agua a
socorrerlo, porque no tienen traje de neopreno, los hombres
del mar, los autenticos, o sea los pescadores, con dos
cojones han sacado al tio del agua, con la tiritiera y
moribundo, para estos pescadores, no hay placas, medallas ni
homenajes, son unos currantes y tienen en us manos y en sus
caras, mil historias que contar. Nuevo apedreamiento a los
bomberos de Ceuta, al sofocar un incendio en el Principe,
detalle de los propios vecinos del barrio, que ya advertían
a los bomberos, de que los estaban esperando los angelitos
de turno, para el apedreamiento, de pequeño me contaban el
cuento del lobo, cualquier dia pasa algo gordo y nos
acordaremos del cuento del lobo, con los incendios del
Principe.
Hace cuestión de primero de mes, estaba el fin de semana de
escándalo y Ceuta tiene unas virtudes de clima y playas que
son un encanto, bajamos el sabado a mi Ribera, y no se
escuchaba ni el agua, aquello era un edén, los peces
flotando solos en la propia orilla, los que somos fijos en
la playa, nos conocemos del lugar, entre medias dos señoras
con pantalones de camuflaje, apalancan sus cañas en la
propia orilla, los anzuelos me dan pánico y ya no puedo
tirar por la zona del corner, el rincón del mercado central,
ya voy avistando algunos señores convecinos de la Ribera con
sus canes, más que nada respetando el espacio mutuo, de la
tolerancia y la intolerancia, por aquello que en uno de los
lances deportivos del verano, haciendo estiramientos en la
arena, en la red de impulsión o motobombas de la puerta del
mercado, tirado en el suelo haciendo ejercicios, se me
acercó un chucho a olisquearme, de eso de las mascota, yo se
un montón, y le hice fiestas el perrillo, los dueños tan
tranquilos en su sombrilla, pero a otros no les hará gracia
lo del perrillo.
Al domingo siguiente, la playa era un placer, más peces en
la orilla, el ruido de gaviotas y palomos en la orilla, y en
el corner del espigón, un señor con un perro de los
denominados peligrosos, llamese Pitbull o Dogo argentino, la
que tenia montada con el perro, perro para el agua, perro
dando brincos, entre medias, unas chicas de muy buen ver,
tenían un perro muy chiquito, tan gracioso este que solo se
iba con chicas, pensaba yo que no distinguia entre su dueña
y que todas eran amigas o algo así. En una de mis
zambullidas y paseos por la orilla, creo que se montó una
pequeña pelea de perros, el pitbull grande en los juegos, le
dió un hocicazo al chuchillo, la joven ni se inmutó, pero a
mi me entró eso de la vergüenza ajena y lo pasé un poco mal
, no se fueran a enzarzar los dueños en discusiones caninas,
y los usuarios disfrutando de un bello dia de sol y de agua.
Se puede llegar al consenso plenario de ambas partes, no voy
a discutir, el pescar en espigones, de venir con el perro a
las siete de la mañana,o las tantas de la noche, y si acaso,
me dejen a mi hacer paradones en el agua con los musculos y
la poca vergüenza, jugar pachangas en la arena y hacer
footing delante del chiringuito, mientras refrescan el
gaznate los barrigones y coloquetas, que de todo hay en la
viña del Señor, solo recordar que con todos los sinsabores,
siempre nos quedará la Ribera y en pleno centro de Ceuta,
tenemos un Paraiso.
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