LUNES. 12
La semana pasada escribí de la conversación que mantuve con
Ahmed Idris -diputado autonómico, coordinador del
Grupo Árabe Socialista en Ceuta y médico- en el Hospital
Universitario, durante su inauguración. Destaqué el
extraordinario comportamiento que Ahmed Idris había tenido
con una enferma a la que yo quise muchísimo. Pues hizo, como
médico de cabecera de ella, una labor encomiable. Pero él me
rogó encarecidamente que hablara de cómo urge potenciar los
servicios paliativos. Amén de pedirme que hiciera público el
magnífico trabajo que viene haciendo el doctor Pérez de
Miguel y quienes están en su equipo. Puesto que el
diputado conoce sobradamente lo agradecido que estamos en mi
casa a esta sección que se desvive por hacer que el trance
de la muerte sea más llevadero. Y así lo hice. Pero, tras
leer ayer domingo, un reportaje de cuidados paliativos,
vuelvo a la carga. Hagan caso a lo que dice Julián
Domínguez, médico y portavoz en Ceuta del partido Unión,
Progreso y Democracia, en lo tocante a la creación de una
Unidad de Cuidados Paliativos en unas instalaciones para
crónicos. Máxime si ahora existe la oportunidad de poder
hacer uso de las instalaciones del viejo Hospital de la Cruz
Roja. Que así sea...
MARTES.13
Pedro Palenzuela llega a la tertulia del Hotel Tryp y
lo primero que hago es preguntarle por su salud, resentida
la semana pasada. Y me cuenta que tuvo un ataque de ansiedad
pasajero. Que está ya como un roble y dispuesto a seguir
dirigiendo los destinos de Viajes Flandria en Ceuta, con el
mismo éxito de siempre. Lo del éxito, lo digo yo. Hablando
con Pedro estoy cuando se une a la conversación Maite
González. Que un día me fue presentada por Luis
Parrillas. Maite es la arquitecta que en su momento
disfrutó de la aprobación de su proyecto de reforma del
centro de la ciudad, en 2003. Maite es persona encantadora.
Con la que charlar es un placer. Culta, atenta, afable,
alegre, y en todo instante sabiendo mantener el hilo de la
conversación, es mujer que invita a permanecer a su lado.
Espero que otro día, en el cual yo disponga de más tiempo,
pueda compartir con ella un rato de charla donde las prisas
no me coman.
MIÉRCOLES. 14
Hice columna de mi visita a la cárcel de Los Rosales para
charlar con los internos que se han apuntado al curso
escolar. En esa columna traté de expresar mi satisfacción
por los momentos vividos en el establecimiento
penitenciario. Destaqué la magnifica acogida que me fue
dispensada por los oyentes y el trato exquisito que recibí
por parte de los funcionarios. Pero no destaqué la ayuda
inestimable que me prestó Máximo Martínez Bernal:
subdirector de tratamiento. A Máximo lo conocí en los actos
celebrados el 23 de septiembre, víspera de la Merced, en el
Hotel Tryp. Y me causó una inmejorable impresión, durante su
intervención. Pues a él le tocó reseñar en qué iba a
consistir la celebración. Luego nos fuimos encontrando en
los corros que se iban formando durante la copa de vino
español. Y tuvimos ocasión de intercambiar impresiones y de
reírnos lo suficiente como para terminar diciendo que nos lo
habíamos pasado la mar de bien. Quedamos en vernos en la
cárcel. Ya que le prometí visita al director. Y una vez
realizada la visita, me tocaba a mí decir lo siguiente: la
bonhomía de Máximo merece distinguirse con cinco estrellas.
JUEVES. 15
Me tropiezo con Manolo Blasco muy cerca del Hotel
Ulises. Y decidimos sentarnos en la cafetería del
establecimiento a tomar café. Y, minutos después, aparece
Ángel Díez Nieto y se suma a nosotros. Y el siguiente en
compartir mesa es Karim Bulaix García-Valiño:
propietario de la cosa. Hacía un mundo que no hablaba con
Karim. Vamos, desde que se celebró la I Feria del Tapeo. Y
aprovecho la ocasión para ponerle al tanto de muchas
situaciones que él desconocía. Pronto nos cunde la risa y se
nos pone a los cuatro cara de cachondos empedernidos. Manolo
Blasco, atendiendo a una llamada del móvil, tiene que darse
el piro. Y bien que lo siente. Ya que se lo estaba pasando
de lujo. Pero las obligaciones mandan. Mientras que los
demás seguimos pegando la hebra con deleite. En algún
momento, lo confieso, no dudé en regodearme con el
comportamiento de ciertos individuos que han evidenciado ser
grotescos, toscos, faltos de sentido común. En suma: unos
pobres diablos. Deberé frecuentar más el Hotel Ulises.
VIERNES. 16
Cada día, cuando la tarde va declinando, salgo con mi perro
a pasear por el barrio. Y, salvo raras excepciones, suelo
hallarme con Eulogio Toledo, ‘Tati’, para los amigos.
El cual hace lo mismo: pasear a su perro, aunque de manera
distinta a la mía. Él lo hace con calma, mientras yo lo hago
en carrera. Eso sí, nada más localizarle me paro con él. Por
más que me proteste ‘oasis’, mi labrador. A Eulogio lo
conozco yo desde hace muchos años. Porque gustaba mucho de
hablar con los hermanos Corderos: José Luis y
Jesús. Toledo fue presidente del Colegio de Árbitros
de Ceuta durante ocho años. Si no me equivoco. Y algo sabe
de fútbol. En bastantes ocasiones, la conversación entre
nosotros transcurre por cauces futbolísticos; que si el
Madrid, que si Casillas, que si la selección
española... De la Asociación Deportiva Ceuta también echamos
las parrafadas que se encarten. Tampoco nos privamos de
comentar la actualidad política. Más bien de cuanto se
deriva de mi columna. De la que es lector. Por lo tanto,
creo que ya era hora de que saliera en esta sección.
SÁBADO. 17
En Ceuta, desde hace ya muchos años, hay dos televisiones:
una, considerada pública, es ‘Radio Televisión Ceuta’; otra,
privada, que se acoge al título de ‘Ceuta Televisión’. En la
primera, hay un director general, Manolo González
Bolorino, que maneja el medio de manera omnímoda. De la
segunda, el propietario, gerente y todo cuanto se diga de él
es poco, también es González Bolorino. Con lo cual se está
dando en Ceuta un caso que bien podría ser motivo de estudio
para que nos digan si está dentro de la ley la situación del
director gerente de RTVCE. Porque de no ser así, mucho me
temo que cualquier día el gobierno local se verá
comprometido. Máxime cuando todos sabemos que el director
general va presumiendo de que su televisión, la privada,
cómo no, cuenta con mejores profesionales y éstos están más
estimulados que los de la pública. Incluso se atreve a hacer
programas en su televisión que luego los pasa a la pública.
A lo mejor, no quiero pensar mal, que cediendo lo realizado
por amor al arte. En realidad, las dos televisiones, siendo
manejadas por la misma persona, tienen fines distintos Eso
sí, son convergentes en cuanto los acuerdos llegan en forma
sabrosa... Aviso a Juan Vivas: ponga remedio a este
asunto cuanto antes. Puesto que cada día empieza a oler
peor. Y el olor, en los momentos que estamos viviendo, puede
expandirse por todos los sitios. Avisado queda, presidente.
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