Es como hemos ido, en los últimos
dos años, con lo que es y puede ser el futuro de nuestra
Selección de Fútbol.
Son ya muchos los mundiales consecutivos en los que venimos
participando, y si bien es cierto que en ese terreno, aún,
no hemos hecho nada, el ser actualmente los vigentes
Campeones de Europa y habernos clasificado de corrido, con
10 victorias en los 10 encuentros disputados, es un bagaje
más que suficiente para ser optimistas.
Es una de nuestras características, para bien o para mal,
eso de pasar de cero al infinito en un “plis – plas”, para
volver al punto de partida con dos resultados adversos que
haya.
Lo que sí es cierto es que el conjunto que conformó Luis
Aragonés, con ciertos cambios, mínimos, introducidos por Del
Bosque, han hecho que ahora, al menos en nuestros medios de
comunicación, se hable del combinado español como uno de los
grandes, de verdad.
Pero, ojo, no nos equivoquemos, porque los equipos con los
que se ha dirimido la clasificación, para ir a Sudáfrica,
han sido equipillos, de tres al cuarto, y el único, a pesar
de la goleada, que ha plantado cara, de verdad, y creó
ocasiones claras, e incluso marcó dos tantos fue Bosnia
Herzegovina, que cuando más nos estaba inquietando encajó
dos tantos, y a partir de ahí ya no volvió a levantar
cabeza, hasta el minuto 90 y dos minutos más tarde, otra
vez, haciendo la segunda diana.
Ahora ya no hay más que hablar, los records están ahí para
algo y si seguimos la trayectoria de lo que hizo Brasil,
antes del Mundial de México en 1970, o de lo que hizo
Alemania, para venir al Mundial de España, en 1982, ya
tenemos, cuando menos, el segundo puesto asegurado en el
Mundial de Sudáfrica.
Lo que menos me gusta es que ya estamos vendiendo la piel
del oso, antes de que hayamos cazado el oso, porque ese
triunfalismo, rayano al patrioterismo, puede que nos juegue
una mala jugada si nos enfrentamos a los equipos serios de
verdad en el Mundial.
España se ha paseado en la clasificación para el Mundial,
Argentina, por ejemplo, lo ha pasado muy mal, esperemos que
uno y otro sigan por los mismos derroteros, pero yo, en
principio, preferiría que no nos tengamos que cruzar con
ellos, no vaya a ser que eso sirva para divinizar más, ya es
lamentable, a su seleccionador.
Lo que haga Argentina me da lo mismo, pero por lo que
respecta a España no querría tener que decir que habíamos
ido con un optimismo desmedido y habíamos vuelto como
siempre. Tiempo al tiempo.
Y ¿Cómo se ha llegado a esto en estos dos años?. La cosa
estuvo muy clara, desde el momento en el que se marcaron los
terrenos y cada uno supo cual era su papel se terminó con el
peso de ciertos jugadores que tenían más actividad en la
prensa que en el terreno de juego. Así se ganó un torneo de
verdad.
Nunca fui admirador de Luis Aragonés, ni como jugador, ni
como entrenador, pero en la Selección fue él, jugó muy
fuerte y él, que dicen que suele frecuentar los casinos,
aquí supo manejar perfectamente sus cartas, con lo que la
suerte, además, se alió con él, tras haber conjuntado un
grupo que iba “a muerte” con sus planteamientos. Si no
hubiera ganado la Eurocopa, casi tendría que haberse
exiliado, al no alinear a los que más propaganda se hacen,
pero la ganó y nadie ha vuelto a hablar del asunto.
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