En muchas ocasiones mis lectores,
que son más de lo que algunos creen y menos de los que uno
quisiera, me paran por la calle para contarme historias de
ciertos personajes y, cómo no, decirme que escriba más sobre
lo que ocurre en esta tierra nuestras. O sea que según
ellos, escribo poco sobre sucesos acaecidos en la tierra que
mí madre tuvo a bien parirme.
El lector como el cliente, según dicen, siempre lleva la
razón. Es una frase hecha que, por supuesto no comparto en
determinados momentos. Cierto es que todos los que nos
dedicamos a esto de juntar letras en un periódico, nos
debemos a nuestros lectores.
Pero no es menos cierto que todo aquel que me lee, se dará
cuenta de que aunque mis artículos se hacen, en la mayoría
de las ocasiones a nivel nacional, en todos ellos existe una
relación con lo que pasa en nuestra tierra.
Escribir cada día sobre los políticos de esta tierra y sus
actitudes en determinados asuntos, por pura lógica no entra
dentro de mi forma o manera de ver las cosas, por la
sencilla razón de que decir todos los días lo mismo llega a
cansar e incluso lo peor que puede ocurrir a quien se dedica
a esta bendita profesión, aburrir al lector.
Imagínense que todos los días, porque es verdad, los
artículos los dedique a destacar las grandes cualidades que
como político tiene Juan Vivas. Ante ello, el lector puede
pensar dos cosas. Una, que soy un pelota del presidente o
que para qué escribo lo que todo el mundo sabe y que les
lleva a votarle masivamente, en cada una de las elecciones a
las que se presenta.
Pasaría lo mismo si me dedicara, cada día, porque desde que
le conocí me cae muy bien, dedicara mis artículos a destacar
la figura del delegado del Gobierno que, entre otras cosas,
está haciendo un gran trabajo en beneficio de nuestra
tierra.
También en este tema podrían pensar dos cosas. Una que me he
cambiado de chaqueta, cosa pocos menos que imposible porque
sólo tengo una usada exclusivamente en las grandes
solemnidades o porque, con esa forma estaba tratando de
conseguir algo de Fernández Chacón. Otro error porque jamás
en la vida he pedido nada para mí, ni lo voy a pedir. Por la
libertad que tengo, me cae bien o mal las personas y,
Fernández Chacón, itero me cae muy bien desde el primer día
que nos presentaron. Por cierto que, aún no me he tomado el
café con él y hace una jarta de tiempo que no le veo.
Dejando a estas dos personas a las que le tengo ley, qué
pensarían ustedes, si me dedico a destacar las grandes
cualidades políticas que tienen algunos personajillos con
gorra y pito con mando que están en ella y a los que,
precisamente, ustedes no aceptan. Seguro que ahí, viendo
esos artículos dedicados a estos personajillos, me
llamarían, con toda la razón del mundo, ¡¡ pelota!!.
Decía la sabia de mí abuela que:“los palos se le dan al
burro cuando se caen”. Y en esa si que estamos, en cuanto
algunos se caen, para ayudarles a que se levanten, le
daremos lo que se merezcan. Mientras voy a seguir mi camino,
escribiendo como hasta ahora a nivel nacional, pero sin
olvidar que todas esas críticas tienen relación con esta
tierra. ¿O no?
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