Cree que la ciudad autónoma es un “ejemplo a seguir” en la
península por la tolerancia y el respeto que se desprende de
los caballas desde hace años, de ahí que asegure “muy
acertado” el que el Premio Convivencia, del que fue jurado
ayer, tenga el “carácter” de esta tierra. Además, el
coordinador de la Fundación Tres Culturas del Mediterráneo,
Darío Marimón, contempla a Ceuta como “un universo cerrado
en el que se encuentran conviviendo cuatro culturas”,
versión contrapuesta a la del resto de España excepto
Melilla o Canarias ya que “la población nacional ha sido
monolítica desde hace años aunque con la globalización se
está fomentando esa mezcla y diversidad de razas sin
necesidad de ser frontera”.
Pregunta.- Precisamente el 2009 es una cita señalada para
la Fundación Tres Culturas del Mediterráneo ya que celebra
su décimo aniversario, ¿cómo evalúa estos diez años de
trayectoria?
Respuesta.- La entidad nació bajo el manto de la cooperación
y lo cierto es que a los pocos meses se unieron entidades de
Israel y Palestina así como intelectuales de ambas partes
que estaban comprometidos con la paz. Entonces la Fundación
Tres Culturas estableció tres ejes básicos de actuación
entre Andalucía-Marruecos, la consecución de la paz en
Palestina y la colaboración con la Unión Europea y la
sociedad civil del Mediterráneo. Es difícil cuantificar los
logros de una fundación de estas características ya que sus
objetivos son bastante amplios pero sí es verdad que, en un
principio, parecía una cosa nueva y actualmente algunas
iniciativas de carácter internacional ya se inscriben dentro
de nuestra misma línea, tales como la Alianza de
Civilizaciones o la Conferencia Euromediterránea de
Barcelona.
P.- ¿Qué ha implicado que apuestas internacionales caminen
en paparelo a vuestras actuaciones?
R.- El poner gran énfasis en ámbitos como el educativo o el
cultural, y la realización de eventos visualizando la
necesidad de reforzar todo este tipo de puntos. Se ha
conseguido que haya varias líneas de trabajo diferentes a
las transversales y que al principio estaban muy mezcladas y
en barbecho con las relaciones internacionales norte-sur.
Uno de los mayores logros ha sido esta diversificación de
actuaciones más amplias y decididas.
P.- El espíritu de esta fundación se basa en tres valores
fundamentales como son la paz, la estabilidad y el progreso
en ambas orillas de un mar que ha sido cuna de
civilizaciones, ¿Ceuta podría contemplarse desde esta
imagen?
R.- Ceuta, con cuatro comunidades, es un paradigma de esa
convivencia y un universo cerrado en el cual se encuentran
comunidades conviviendo. Y muchas veces, en la península,
hemos tenido una población muy monolítica, quitando los
últimos años por la globalización que ha provocado que haya
más mezclas, alguno nuevo y novedoso. Excepto lugares como
Ceuta, Melilla o Canarias que por encontrarse en zonas
fronterizas han acogido desde hace mucho tiempo a
comunidades, poblaciones y culturas, y deberíamos aprender
de esta convivencia.
P.- Y debido a este recorrido, ¿se plantea la fundación
trabajar conjuntamente con la Ciudad Autónoma en algún
proyecto?
R.- Sé que la Junta de Andalucía tiene un convenio firmado
con Ceuta en materia de colaboración. Nosotros, como
Fundación Tres Culturas, estaríamos encantados de poner en
marcha actividades e iniciativas con Ceuta, y por ello
estamos en el Premio Convivencia, muy acertado teniendo en
cuenta el carácter de esta ciudad con cuatro comunidades y
un ejemplo que se debe conocer con más fuerza en la
península.
P.- Otra de vuestras líneas de actuación se centra en
Oriente Medio con instituciones tanto israelíes como
palestinas, ¿cómo mediasteis en el conflicto de la Franja de
Gaza?
R.- Tras el ataque a Gaza sufrimos un total colapso de
cualquier tipo de colaboración entonces se produjo un cierre
en banda y muchos de los proyectos que teníamos allí
preparados, en las dos zonas, se bloquearon. La gente se
negaba a participar y fue una situación muy difícil y
complicada. Luego la situación volvió a su cauce en cuanto a
voluntades, a esa fluidez de relaciones, pero siguen
influyendo esa cantidad de destrozos humanos y materiales.
P.- ¿Qué fue lo más duro de afrontar?
R.- El drama humano, que está ahí aunque dentro de esas
historias que se conocen a través de puntos de vista
teóricos. Son cicatrices que no se cierran de un día para
otro.
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