Las diferentes Unidades militares de Ceuta trabajaban dentro
de un extenso plan elaborado por la Comandancia General
ceutí para el adiestramiento, tanto a nivel básico como
específico, de las agrupaciones militares destacadas en
Ceuta. Ayer en el antiguo acuartelamiento de Artillería de
Costa (K-8), que ha sido habilitado para estas funciones
tácticas, una sección de la 1ª Compañía de la IV Bandera de
la Legión con el apoyo de un Blindado Medio Protegido (BMR)
ejecutó una acción operativa de precisión en un entorno
urbano que se suponía ocupado por fuerzas enemigas. El
ejercicio táctico tuvo una duración de 45 minutos.
Se combate como se entrena y las unidades de la Comandancia
General de Ceuta lo practican dentro de los planes
específicos diseñados para tal efecto desde la alta
institución militar ceutí. Ayer le tocó el turno de
adiestramiento a una sección de la 1ª Compañía de la IV
Bandera de la Legión, a cuyo frente se encontraba el
teniente coronel Navarro como máximo mando operativo sobre
el terreno y el capitán Aranda, como jefe específico de la
compañía actuante.
Este medio, que acudió como invitado a la maniobra, fue
testigo del alto nivel de la sección legionaria que realizó
un detallado programa de actuación estratégica dentro de un
escenario urbano que se suponía hostil a la presencia de la
destacada fuerza militar española.
Una sección compuesta por 26 hombres y un Blindado Medio
Protegido (BMR) que daba cobertura a los soldados, componían
una fuerza operativa ajustada a las necesidades del espacio
disponible de instrucción.
Durante 45 minutos los legionarios realizaron un programa
tremendamente dinámico que se componía de diferentes
actuaciones escalonadas. En la primera se trabajaba con
precisión la entrada por puertas y ventanas al interior de
determinados edificios en los que se suponía podrían
encontrarse soldados enemigos. En algunos casos los
legionarios se deslizaban por la fachada a través de una
cuerda ajustada a esta función. En otra fase, no menos
espectacular, se trabajaba bajo el apoyo del BMR en labores
de ocultamiento de la tropa por medio de lanzamiento de
botes de humo (AFOVEC), que en esta ocasión por ser un
espacio reducido se realizaba por medio manual desde la
propia infantería. El movimiento de varios francotiradores,
provistos de indumentaria de camuflaje, por los tejados de
los edificios constituyó un ejercicio táctico militar que
resultaba muy realista.
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