Reconocidos por el propio imputado aunque sin aceptar los
términos de una posible conformidad, los hechos tuvieron
lugar el 16 de septiembre, sobre las nueve menos cuarto de
la mañana, en la zona de preembarque de vehículos de la
Estación Marítima.
Según declaró el propio acusado y constataron los agentes de
la Guardia Civil, el turismo llevaba dos kilos de hachís que
iban ocultos en la moqueta lateral, envasados en botellas de
plástico, cuyo destino final era Algeciras. “Me prepararon
el pase en Ceuta y yo sólo tenía que llevarla en el barco y
al llegar a la península llamar a un contacto para que él la
distribuyese. Acepté el trabajo porque estoy desempleado y
me ofrecían 1.000 euros”, argumentó el procesado.
Pese a que el acusado manifestó que disponía del número de
teléfono con el que debía ponerse en contacto así como un
domicilio en Algeciras, la magistrada consideró que eran
datos imprecisos así que decidirá durante la ejecución de la
sentencia la pena dictada. Por tales hechos, el fiscal pide
tres años y un día de prisión para el acusado por el
presunto delito contra la salud pública así como el abono de
12.600 euros en concepto de responsabilidad civil. Por su
parte, la defensa la libre absolución de su cliente y en
caso contraria, la pena mínima establecida y la
consideración del atenuante de colaboración con la Justicia.
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