El proyecto de Ley de Puertos establece un régimen económico
común pero flexible que atiende las singularidades de cada
puerto al tiempo que asegura el funcionamiento del conjunto
del sistema, un nuevo modelo que, según precisó ayer el
ministro de Fomento, José Blanco, “debe reconocer la
situación ultraperiférica de Canarias y la situación
especial de Baleares, y Ceuta y Melilla”. El proyecto dio
ayer un paso adelante hacia su aprobación definitiva, al ser
rechazadas por una amplia mayoría de votos las enmiendas a
su totalidad presentadas por la Esquerra Republicana y CiU
en el pleno del Congreso. Ambos partidos catalanes, cuyas
enmiendas fueron apoyadas por el resto de grupos
minoritarios (el mixto y el vasco), coincidieron en
calificar el proyecto de demasiado “centralista” e
“intervencionista”.
Según explicó Blanco en declaraciones recogidas por Efe, se
trata de una ley que permitirá avanzar definitivamente hacia
el modelo de futuro del sector portuario que establezca “un
marco estable y consensuado” para “una gestión eficaz y una
reducción de los costes portuarios”.
En su intervención para presentar el proyecto de Ley, Blanco
hizo hincapié en su importancia para el sistema portuario,
que es un instrumento determinante en la economía de España,
dado que a través de sus puertos se mueven el 85% de las
importaciones y más del 50% de las exportaciones del país.
El ministro destacó que los puertos, “infraestructuras
básicas de interés general”, necesitan un modelo portuario
“que nos ayude a preparar el camino para la salida de la
crisis y fortalezca la cohesión territorial”.
Con motivo de su comparecencia ante los representantes de
las Comunidades Autónomas en el Senado, el pasado mes de
junio, el máximo responsable del departamento de Fomento
ceutí, Juan Manuel Doncel, preguntó al ministro por el
estado de esta iniciativa de renovación de la Ley de
Puertos, en el cual la Ciudad está interesada por la
posibilidad de establezca, dijo, “alguna medida de
abaratamiento del transporte marítimo sin que ello suponga
una merma en los ingresos portuarios”.
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