Rincón emblemático y castizo por
excelencia de Ceuta, la cuesta del Recinto donde se las
bebían en los años setenta los ciclistas de la Vuelta a
Andalucía, lo que nos costaba un mundo de empinar la cuesta
con un piñón y un plato, ver los ciclistas que parecía que
se iban a tomar un aperitivo en el bar Manolo, nos dejaba
boquiabiertos.
La cuesta del Recinto, tiene su giro bien a la derecha, bien
a la izquierda, para entrar al Centro de Salud 1, atencion
Primaria, para que nos entendamos el Ambulatorio del
Recinto, eso conlleva a unas peloteras, atascos y
embotellamientos, que nos deja los embragues con el subidón
y el freno a medio quemar. Paciencia y sentido común que
empleamos los caballas, para tener arte y aguante con estos
rincones caballas, de la vuelta al trabajo, después de tener
el puente, de haber cambiado el chip, de disfrutar de playa,
de tapitas, del Desfile de las Fuerzas Armadas, de quedarme
en un estado de descompresión atmosférica que no tenía
fuerzas ni para sentarme a escribir, pues eso te calientan
las narices, los “rafael” si digamos de los becerros que no
tienen otra cosa que hacer barbaridades al volante, y cuando
le pitas, te hacen asi con la mano, como Raphael el
cantante, que parece que quita las bombillas.
Lo he comprobado el martes, antes de las cinco horas, para
ir al curro, un coche granate creo renault, hace un
adelantamiento a tres coches subiendo el Recinto, le meten
la pitada del carajo, y el tio hace el Raphael, yo mismo que
iba delante le recrimino su actitud, te entra un malestar y
una impotencia, como español y caballa, de sentir estas
inmundicias en Ceuta, mas que nada por los avances, los
adelantos, el bienestar social y eso de convivir y llevarnos
bien y toda esa palabreria de apuntarnos los premios, las
placas y homenajes, para que tanto rollo barato, una buena
porra, un buen control, una buena multa,o un buen guantazo
en los hocicos, ya veras como se ven menos rafael
perdonandonos la vida, o si no con los dos deditos de la
mano juntos como que te van a dar dos tiros, el otro dia vi
Rambo II, no veas que guay cuando saca el bazoka Milan,
misil largo alcance, y le mete un pepinazo al helicoptero
del ruso, te cabreas y te entran ganas, por la intoxicación
de la neura de ver las gilipolleces de cuatro pamplinas que
no representan a ninguna cultura, a ningun caballa ni a
ningun español.
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