La inspección de riesgos laborales en el nuevo hospital
realizado por el sindicato Satse detecta numerosos problemas
en el servicio de Rayos X, las consultas externas y, sobre
todo, en la infraestructura que deben utilizar los
celadores, la categoría más perjudicada por los defectos en
materia preventiva.
Los celadores son la categoría profesional que peor parada
sale en el análisis de riesgos laborales del nuevo Hospital
Universitario de Ceuta, según ha explicado a este periódico
la delegada de prevención de Satse, Esther Muñoz, tras la
correspondiente inspección.
Entre los detalles más llamativos de dicha inspección,
destaca el hecho de que las ambulancias no quepan en el
garaje debido a su altura y que los celadores deban recorrer
una enorme distancia para recoger al paciente, con la
sobrecarga en el esfuerzo físico que ello conlleva.
Además, esta categoría profesional carece también en el
centro de un lugar habilitado para organizarse, por lo que,
según prosiguió Muñoz, el Ingesa ha habilitado un espacio en
mitad de los pasillos de consultas externas donde comparten
tabique con el laboratorio de extracción de sangre, y donde
carecen hasta de sillas.
Además, si llega al hospital por su cuenta algún paciente en
silla de ruedas deben ir a buscarlo por una zona
descubierta, sorteando numerosas farolas.
Otros problemas detectados por la inspección de Satse atañen
al servicio de Rayos X, donde la toma de oxígeno está
colocada de manera opuesta a las camillas y TAC, por lo que
se debe utilizar una alargadera para conectarla que deja un
cable al aire con gran riesgo de tropiezo en momentos de
movimiento asistencial.
Las cabinas de entrada a las salas de Rayos X tampoco
aprueban la inspección del sindicato, pues no tienen la
anchura necesaria para dejar pasar una silla de ruedas ni
una persona excesivamente obesa, con los trastornos que
generan en la labor del servicio este tipo de situaciones.
Los despachos de las consultas externas también reciben el
varapalo de Satse, pues son tan angostos que obligan al
médico a recibir al paciente de espaldas y carecen de un
espacio habilitado para la enfermera, que debe colocarse en
una esquina que obstaculiza el paso del paciente, concluyó
Esther Muñoz.
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