Los bomberos de Ceuta volvieron a sufrir en la jornada de
ayer dos emboscadas a pedradas (tras sendas llamadas)
mientras actuaban en el Príncipe. En la primera de ellas,
sobre las 22’15 horas cuando se dirigían al Puente del
Quemadero los propios vecinos les alertaron de la
posibilidad de terminar apedreados, cosa que ocurrió. Veinte
minutos más tarde acudieron, de nuevo, con la UIR y
recibieron más pedradas.
Otros dos nuevos episodios de pedradas sufrieron en la noche
del martes los efectivos del Servicio de Extinción de
Incendios de Ceuta que habían acudido por otras tantas
llamadas a su central alertando de incendios.
El primer incidente ocurrió sobre las 22’15 horas. Un
vehículo autobomba partía de los garajes hacia el Puente del
Quemadero. En las cercanías, los propios vecinos les
alertaron de la presencia de jóvenes que les esperaban para
apedrearles, cosa que sucedió.
Más tarde, una vez concluido este servicio y de nuevo en el
Parque, otra llamada alertaba de un fuego en una calle
próxima al hospital. Esta vez acudieron con la UIR como
escolta, pero aún así volvieron a sufrir el lanzamiento de
piedras desde lugares altos.
Los funcionarios del cuerpo ya están cansados de padecer por
sistema esta situación, y avisan de que en cualquier momento
puede ocurrir una desgracia.
Fuentes del Servicio de Extinción exigen a las autoridades
que “acaben de raís con este peligroso problema” que supone
la práctica habitual de apedrear a los bomberos mientras
deben extinguir un fuego que siempre es provocado por los
propios atacantes.
Desde hace unos 20 días cada salida de los bomberos a
determinados barrios debe llevar consigo una protección
especial de la Policía Local, pues aún así, se quejan,
continúan las pedradas.
Piden también a los vecinos que impiden a los incívicos
ejercer con impunidad esta peligrosa actividad.
Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado investigan,
pero la justicia -critican los propios vecinos- se muestra
hasta ahora muy blanda al respecto.
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