Unión, Progreso y Democracia (UPyD) en Melilla, a través de
su coordinador Emilio Guerra, abogó ayer por la "buena
praxis políticas" para el "futuro de Melilla", ya que, en su
opinión, es "fundamental" un "clima de cordialidad y
entendimiento". A través de una nota de prensa, el líder
upedista señaló que "los "continuos cruces de acusaciones,
desplantes, querellas e insultos" entre los políticos
melillenses “flaco favor hacen a la clase política".
El coordinador de Unión, Progreso y Democracia (UPyD) en
Melilla, Emilio Guerra, instó ayer a las fuerzas políticas
de la ciudad, así como a las administraciones local y
central, que "moderen la crispación de la que hacen gala y
que tanto está perjudicando a los melillenses".
El líder upedista, a través de una nota de prensa, señaló
que para el futuro de Melilla es "fundamental" que exista un
"clima de cordialidad y entendimiento", donde "se pueda
discrepar dentro del lógico margen que imponen las formas y
la buena praxis política", algo que, en su opinión, "no
existe" en la actualidad.
Para Guerra, los "continuos cruces de acusaciones,
desplantes, querellas e insultos" entre los miembros de la
Asamblea o entre el Ejecutivo de la Ciudad con la Delegación
del Gobierno, "son un pésimo ejemplo para la ciudadanía, y
flaco favor hacen a la clase política".
En este sentido, el dirigente de UPyD en Melilla argumentó
que "como melillenses, a todos nos mueves las mismas
intenciones e idénticos deseos de colaborar en el progreso
de Melilla y de sus gentes", eso sí, "cada uno en la parcela
que tiene asignada y en el cumplimiento de la
responsabilidad de sus cargos".
Por todo ello, UPyD aboga por el diálogo para "eliminar
asperezas" entre el Ejecutivo local y la Delegación del
Gobierno. "Es importante llevar a cabo la crítica política y
las denuncias públicas sin caer en la ofensa personal o en
el mal gusto", subrayó.
"Melilla sólo saldrá adelante si somos capaces de trabajar
en equipo", expuso, que, aunque reconoció que ambas
administraciones tratan de hacer "cosas importantes", lo
cierto es que "no hay ninguna conexión" entre ellas. "Hace
falta espeto institucional, cohesión y abandonar un poco el
partidismo ciego por el servicio al ciudadano", concluyó.
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