Toda mi ya larga vida, a mi entender, he asistido a
numerosos actos sociales –tanto institucionales como
particulares- que ponen un especial punto de relevancia en
la atmósfera en los que se desenvuelven.
Fuera del boato típico de estas actividades sociales, hay
que destacar la enorme ilusión que levanta especialmente la
celebración del aniversario de la Casa de Ceuta en Barcelona
y la repercusión que tiene en las relaciones de todo el
mundo.
Todos los ceutíes, y no ceutíes, que viven, trabajan y aman
en Catalunya tienen una de las pocas ocasiones durante el
año de reunirse en un acontecimiento formando una piña en
torno a las celebraciones.
No quiero expresar que no se reúnan con frecuencia, para eso
está la sede social, sino que en esa única ocasión anual
arropan la decisión de la entidad, representativa de los
caballas catalanes, en momentos cumbre de reconocimientos de
méritos de personas e instituciones.
Suele resultar, ya, toda una tradición que se reconozcan los
méritos de quienes colaboran, trabajan y participan en las
actividades de la Casa de Ceuta en Barcelona, sin importar
que sean desde lo más alto de la cúspide hasta la base
social.
Este año, 2009, se destacan dos entes –uno humano y otro
entidad conjunta- que han contraído méritos más que
merecidos para ello.
Por un lado está la exquisita, simpática y dedicada en
cuerpo y alma en su quehacer, alcaldesa de la cercana
población de Rubí y al mismo tiempo diputada Delegada de
Cultura Popular y Tradicional de la Diputación de Barcelona:
Carme García Lores y por otro lado está lo que ya podemos
afirmar que es una institución en toda regla: “El Pueblo de
Ceuta”.
De Carme García Lores mucho tendría que decir y poco que
expresar porque con su sola presencia ya está expresado
todo.
De familia almeriense asentada en Catalunya desde los años
60, y nacida en la industriosa Sabadell, esta mujer se abrió
camino hasta llegar a ser licenciada en Historia por la
Universidad Autónoma de Barcelona y después alcanzar, en el
año 2003, la alcaldía de Rubí desde donde se dedica en
cuerpo y alma a su loable labor en la lucha cotidiana que su
cargo, no sólo ese cargo, le confiere.
Además de alcaldesa es titular de un montón de cargos, sobre
todo en referencia a la Mujer, que no ubico en éste artículo
porque desplazaría a otros. Además de que el periódico no es
mío.
No recibe la Caballa de Oro sólo por esos cargos y esa labor
sino, además, por su asistencia, colaboración, dedicación y
participación en todos y cada uno de los actos oficiales que
organiza la Casa de Ceuta en Barcelona.
La otra mención, Caballa del Año, recae en un medio de
comunicación joven, compuesto por gente joven y animosa,
pero poderoso y en el que tengo un recuadro que me permite
desahogarme diariamente de mis ansías pseudo literarias
nunca reconocidas.
Un medio que no sabe decir que no. Un medio que propaga la
libertad de prensa sin tapujos y que se ha asentado con
firmeza en el tejido social ceutí, después de unos años
iniciales recibiendo varapalos sobre su duración.
Me estoy refiriendo, ¡cómo no!, al diario “El Pueblo de
Ceuta” que, desde su fundación en 1995, lleva ya catorce
años informando de la realidad cotidiana a buena parte de la
población de éste país.
Pese a que está en la adolescencia del periodismo, ha
demostrado, muestra y mostrará un alto grado de “vejez”
equiparable a los más veteranos diarios del país, con un
editor que me considera amigo a cuentagotas y un director
joven y entregado que se pasa todas las horas del día al pie
del cañón, disparando órdenes y letras a todo su magnífico
equipo de colaboradores, redactores, reporteros y
fotógrafos.
A este medio de comunicación, “El Pueblo de Ceuta”, se le
reconoce unánimemente su labor, tanto a favor de todas las
Casas Regionales de Ceuta, en general, como para la Casa de
Ceuta en Barcelona, en particular.
La entrega de las distinciones Caballa de Oro, a la
alcaldesa Carme García Lores y Caballa del Año, a “El Pueblo
de Ceuta”, será en el marco de la Gran Cena de Gala que se
celebrará el próximo día 14 de noviembre dentro de las
prolongadas celebraciones del Día de Ceuta y del XLIII
Aniversario de la Casa.
Confío en que el editor acuda, junto con su equipo, a este
acto y así poder terminar una conversación que dejamos
interrumpida cierta tarde de agosto de 2008.
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