La magistrada del Penal número uno decidió ayer devolver la
causa de un sujeto imputado por un presunto delito de
lesiones a dos policías, al Juzgado de Instrucción
considerando que las acusaciones del procesado sobre los
agentes de la UIR debían ser investigadas. Según el acusado,
los agentes le detuvieron de forma ilegal, sin leerle sus
derechos, asegurando no haberles tocado en ningún momento.
Los hechos se produjeron el ocho de septiembre mientras el
acusado rondaba las calles de su domicilio. Según explicó
ante el juez y el secretario judicial durante las previas
tomas de declaración, “los policías me pararon para pedirme
mi documentación y mientras la miraban, saludé a un vecino.
Acto seguido comenzaron a golpearme y me detuvieron sin
leerme mis derechos ni nada. Luego me trasladaron al
hospital y antes de bajar del furgón escuché que alguien
gritaba y efectivamente, uno de los agentes se pilló el dedo
con una de las puertas”.
Versión diferente fue la aportada durante la instrucción por
los agentes de la UIR, quienes aseguraron que al llegar a
los aledaños del INGESA, fue el acusado el que les profirió
una patada causando la lesión en el dedo, mostrando siempre
una actitud agresiva ante ellos. Por tales hechos, la
magistrada del Juzgado de lo Penal número 1, quien ayer iba
a juzgar al acusado por un presunto delito de lesiones a los
agentes, resolvió devolver las actuaciones al Juzgado de
Instrucción considerando necesario que se vuelva a
interrogar a los agentes ya que la letrada de la defensa les
acusó de un supuesto delito de detención ilegal así como de
una presunta falta de lesiones.
Además, y según constató la defensa, “existe un parte médico
del forense que acredite las lesiones que padecía mi cliente
en el cuerpo por haberle chocado contra el furgón y
pediremos la cinta de la cámara de seguridad del hospital”,
apostilló.
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