La Guardia Civil fue alertada por unos bañistas ante la
presencia de los restos de un proyectil semienterrado en la
arena de la playa de la Ribera. Los agentes acordonaron la
zona y aguardaron la llegada de un equipo de la Comge. Se
trataba de una granada de mortero de 81mm ya explosionada,
sin espoleta, ni estabilizador de cola. Eran sólo restos.
La Guardia Civil, avisada por unos bañistas, tuvo que
acordonar ayer por la mañana una zona de la playa de La
Ribera al detectarse semienterrado un proyectil.
Los agentes del Insttuto Armado dieron aviso a la
Comandancia General por tratarse de un elemento militar, de
modo que se activaron los equipos de desactivación de
explosivos de la Unidad de Ingenieros número 7 que llegó al
lugar para comprobar, in situ, las características de este
proyectil.
A simple vista, el óxido que lo corroía y la apariencia, ya
denotaba ausencia de peligro alguno. Sin embargo se
aplicaron los protocolos para estos casos.
Se trataba de una ojiva de una granada de mortero de 81 mm
ya explosionada en su momento, sin espoleta y sin
estabilizadores de cola. Era simplemente un trozo de metal
que se trasladó al cuartel de Ingenieros donde se procedió a
su desgüace por medios mecánicos.
No es la primera vez
No es la primera que aparecen proyectiles en la Playa de la
Ribera. El rellenado de la arena procedente de los fondos de
la bahía norte ha dado lugar a estos hallazgos ya que hacia
esa dirección se disparan los morteros y las baterías de
costa durante ejercicios con fuego real. En el caso del
proyectil hallado ayer databa de unos 20 años.
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