La noticia me ha impactado tanto,
que he sentido como si el mundo se derrumbase a mis píes.
Hasta tal punto ha llegado a impactarme que he llegado a
pensar en retirarme a una isla desierta, dedicándome a la
cría del galápago viudo y cojo de la pata izquierda trasera.
Durante toda mi vida, he procurado encontrar la solución a
cuantos problemas han venido surgiendo pero, en esta
ocasión, me ha sido materialmente imposible encontrar una
solución lógica a tal situación. A pesar de que las horas
han ido pasando, aún n o me lo puedo creer. No me puedo
creer que una de las más grandes inteligencia de la
política, no vaya a ir en la lista de su partido en las
próximas elecciones, porque así lo ha decidido el que manda
en el partido, cuyas siglas son ERC.
Se que, a todos ustedes, esta determinación del que manda en
ERC, les va a parecer algo imposible. Vamos, que no se lo
van a creer. Creerán que es un mal sueño e igual que yo, les
impactará, de tal forma, que verán aparecer en sus sueños
lucecitas de colores.
No les canso más. Es cierta la noticia, el genial, el único,
el no va más de la política del mundo mundial, Carod Rovira,
no irá en la lista de ERC en las próximas elecciones.
Siento tener que decírselo de esta forma tan brusca, por el
enorme sufrimiento que ustedes van a recibir con semejante
noticia, pero no se decirla de otra forma. Les ruego sepan
perdonarme tal brusquedad.
Qué va a ser, a partir de esos momentos, en los que no tenga
cargo alguno, de aquellos pobres negritos a los que llevó
miles de preservativos, en un alarde publicitario de:
“póntelo, pónselo”. Quién la va explicar para qué valen esos
“globitos”.
Qué va ser de las fábricas de semejantes artilugios, sin
alguien que les compre, miles y miles de ellos, para
llevárselos a los pobres negritos. Se cerrarán fábricas y,
por esos cierres, se perderán muchos puestos de trabajo.
Qué va a pasar con esos idiomas, de lugares recónditos del
mundo, que como mucho lo hablan cinco o seis personas, a los
que este político sin par, ha dedicado miles de las antiguas
pesetas, para que no se pierda esa forma de hablar, de estas
cinco o seis criaturas.
Qué será de las coronas de espinas. Igual desaparecen, en
cuanto no haya nadie que se dedique a fotografiarse con
ellas, intentando colocar, sobre su cabeza, una de ella.
Seguro que dejarán de fabricarse, y volverá a pasar como con
las fábricas de preservativos, que se perderán miles y miles
de puestos de trabajo.
Como podrán comprobar, esta perdida por no ser incluido en
la lista de su partido para las próximas elecciones, va a
traer malas consecuencias.
Nunca ha sido un acierto, sino más bien un grave error,
desprenderse de estos genios de la política, por cuanto sus
grandes conocimientos aportan a la Humanidad de los humanos.
Lloremos amargamente, todos unidos, por esta irreparable
perdida de un político de una talla difícil de encontrar. Y
elevemos nuestras plegarias para que esa injusta decisión no
se lleve a cabo.
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