PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura
Melilla

Opinión
Archivo
Especiales  

 

 

OPINIÓN - LUNES, 12 DE OCTUBRE DE 2009

 
OPINIÓN / ESPECTÁCULOS TAURINOS

Ceuta y Canarias, únicas comunidades sin toros

Por Jesús Carretero


UUn año de crisis para casi todas las actividades, y un año en el que se notó, también, que el bolsillo no estaba a tono para poder ir a los toros todos los días, incluso en la feria del pueblo.

A pesar de ello, fue una temporada más y las grandes ferias no vieron mermar el número de espectáculos, aunque en algunos de ellos hubiera menos clientela de la que había en años pasados.

Donde sí se notó la crisis fue en la organización de festejos en muchos pueblos en los que era de rigor que los hubiera en sus fiestas y este año disminuyeron en gran parte por la penuria de algunos ayuntamientos.

LAS GRANDES FERIAS

Cuando estamos metidos en la Feria del Pilar, de Zaragoza, la penúltima de las grandes ferias, ya que tras esta tan sólo queda la de Sanlúcar de Jaén, en el momento de hacer un recorrido por la geografía española y ver todo lo que hubo, relacionado con el mundo de los toros.

Particularmente me da pena que Ceuta aparezca como la excepción, junto con la Comunidad Autonómica Canaria, en la organización de festejos taurinos, pero la situación es esta y como tal tenemos que decirlo.

Personalmente creo que, en esto, Ceuta ha perdido una buena ocasión de hacerse un poco más como todas las demás comunidades autonómicas, y sólo el querer tener contentos a todos, especialmente a ciertos grupos, que no son mayoritarios, ni mucho menos, hace que en las excepciones aparezca nuestra Ciudad, con Canarias, que ha roto, definitivamente, con este tipo de festejos, desde hace varios años ya. Por su parte, Ceuta que tuvo una gran afición hace años y la sigue teniendo en personas de más de cincuenta años, parece que poco a poco puede perder, definitivamente, algo que no solía faltar en sus programaciones, hace ya bastantes años.

Y es que, en la primavera, se intentó organizar un festejo, pero ciertas mentes piadosas con los toros de lidia empezaron a demonizarlo, de tal forma que el proyecto se quedó en simple proyecto, pero incumplido.

Desde comienzo de temporada, hasta hoy, ahí han quedado las fiestas de la Magdalena, en Castellón, las Fallas de Valencia, la Feria de Sevilla, San Isidro, en Madrid, San Juan, en Alicante, San Pedro, en Burgos y San Fermín, en Pamplona.

Estas son ferias ya tradicionales que volvieron a estar a la altura de otros años y a las que siguieron Teruel, Santander, Vitoria, San Sebastián, Bilbao, Salamanca, Valladolid, Albacete, el Pilar y, para cerrar, Sanlúcar.

Intencionadamente hemos citado las más llamativas, pero podríamos citar Huesca, Segovia, Soria, Córdoba, Huelva y un larguísimo etc, que ya se han hecho tradicionales y que con crisis o sin ella, con seguidores acérrimos o movimientos “antis” van a seguir dándose como se venían dando, desde hace muchos años.

MADRID SE LLEVA LA PALMA

Sin lugar a dudas es donde más festejos se dan a lo largo del año y no sólo en la larga feria de San Isidro, con el remate final de la feria de otoño, en las Ventas. No es así, porque Madrid, taurinamente hablando, no es sólo la plaza de las Ventas. Ahí tenemos Carabanchel, la antigua “chata”, transformada en polideportivo, plaza de toros y Corte Inglés.

Ahí tenemos también Leganés, Getafe, San Sebastián de los Reyes, Colmenar Viejo y la mayoría de los pueblos de la sierra, así como todos aquellos pueblos que en los últimos cuarenta años pasaron de tener ocho o diez mil habitantes, incluso menos, a tener por encima de los cien mil.

En todas las poblaciones madrileñas hay toros en sus fiestas y cada vez con más fuerza, hasta el punto de que un “antes pequeño pueblo”, Vademorillo, desde hace una veintena de años ha pasado a ser la apertura de la temporada, no sólo de Madrid, sino de toda España, en el mes de febrero, con frío y a veces con nieve.

En estos espectáculos la Comunidad de Madrid, desde su plaza de las Ventas se ha asentado como el punto central en la seriedad y la defensa de la Fiesta Nacional

BARCELONA LLENÓ LA MONUMENTAL

A pesar de que Cataluña, por el morreo de una serie de “antis”, ha bajado considerablemente en el número de festejos, Barcelona sigue la tradición con su Plaza Monumental en la que todos los años se dan más de una docena de corridas de toros.

Hoy, en parte porque ciertas corrientes políticas, allí, están poniendo todo tipo de zancadillas a esta cultura, que pertenece por encima de todas las demás, a nuestras tierras, Cataluña ha bajado en seguidores a la Fiesta de los Toros, pero lo que no tiene en multitudes, o gran cantidad, sí lo tiene en la calidad y conocimiento de esto, por parte de sus seguidores, unos de los más entendidos de España.

Con todo esto, a favor y en contra, Barcelona ha podido presumir este año de llenar a reventar la Monumental, las veces que actuó José Tomás, batiéndose todos los records en la rapidez con que se agotaron las localidades en sus taquillas, y eso en un fin de semana normal, sin ser una fiesta especial de nada.

Ahí, también, el diestro de Galapagar, volvió a demostrar que él solo es capaz de llenar cualquier plaza, incluso la Monumental de Barcelona.

LAS PRIMERAS FIGURAS

Generalmente han actuado en todas las grandes ferias y únicamente José Tomás, por aquello de que ni quiere televisión en directo, ni quiere batir records de actuaciones, elige los lugares a los que va, sin recorrer cada semana el país de Norte a Sur y de Este a Oeste.

José Tomás es la única de las figuras que torea lo que él quiere y para su público, para los que pasan por la taquilla del coso en el que actúa.

Las demás figuras, quien más quien menos, intentan sumar cuantas más actuaciones mejor, con lo que tenemos una baraja de ases que están en todos los mejores carteles, como Ponce, el Juli, Manzanares, Castella, Perera, Morante ..., además de esos otros que son reclamados por la prensa del corazón como el Cordobés, a veces, o los hermanos Rivera Ordóñez, tanto Francisco, como Cayetano.

A partir de aquí siguen unos cuantos buenos toreros que rondan los cuarenta o cincuenta festejos por temporada, tanto en plazas de pueblo como en mejores plazas, y dejando de lado los que torean unas poquitas, tres o cuatro tardes, hay un grupo que merecen una atención especial por ser los que tienen que cargar con las corridas duras de verdad, Padilla, Fundi, Valverde y algunos otros que se las tienen que ver, casi siempre, con corridas de Miura, Partido de Resina, Victorino, Dolores Aguirre..., con lo que eso trae aparejado, de dos o tres cogidas, si es que no más, por temporada.

NUEVAS FIGURAS

Pocas perspectivas hay de futuros toreros de los de verdad, a partir de lo que se ve en los novilleros actuales. Y es que recorriendo las actuaciones de los novilleros que parecían apuntar a cambiar de categoría, nos encontramos con que no hay ninguno, de verdad, que se vea como una figura en ciernes, para saltar con posibilidades de éxito, a la élite de la tauromaquia.

Sería una sorpresa que la temporada próxima viéramos alguna figura en el escalafón de los matadores y que procediera de los novilleros que tomaron la alternativa este año.

LAS GANADERÍAS

No se está viviendo el mejor momento de las ganaderías de reses bravas. Hay muchos de los ganaderos de siempre que se han acomodado a los gustos y preferencias de las primeras figuras, con lo que están llevando la casta a la baja.

Los que han querido sacar sus toros con la casta de verdad se han quedado con las camadas en la finca y como ya hay muy pocos románticos de esta profesión, el que quiere y el que no querría van preparando esos “toritos”, cómodos, el toro tonto, para que triunfen las figuras, y sólo los desheredados de la suerte se las tendrán que ver con encastes duros como Cebada Gago, Miura, a veces Victorino, casi nunca Valverde, Dolores Aguirre y muy pocos más.

Hoy se ha extendido demasiado el toro comercial, los encastes Domecq, en todas sus variantes. Estos encastes son los que más salen a las plazas y son los que más les gustan a los toreros, aunque el gran público reniegue al ver que pasa una feria y sigue otra sin que haya salido el toro-toro.

Esto será, precisamente, y no las tres docenas de los “antis” lo que puede dar al traste con la fiesta, si es que no se pone remedio, desde ahora mismo.

Luces y sombras, gustos para cada uno, precios no aptos para momentos de crisis, pero así y todo la fiesta de los toros seguirá en nuestro país.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto