La raíz del problema se encuentra en el sistema de
formación. De esta manera explican los portavoces del
sindicato de Sanidad de la UGT las dificultades que tiene el
Ingesa para proveer numerosas plazas de especialistas en la
ciudad. “El MIR es un buen sistema pero las plazas
convocadas son insuficientes, lo que cierra el acceso a la
especialidad”, argumenta el sindicalista Juan Carlos López
Fontalba, en una ciudad donde los únicos que puede hacer la
residencia son los médicos de familia.
La calidad de la formación MIR no parece cuestionada por
ninguno de los agentes que intervienen en el sistema
sanitario. Pero la dificultad de acceder a este sistema de
formación de médicos especialistas y, sobre todo, lo
limitado de las plazas que se convocan, parecen estar en el
origen de la escasez de facultativos de que adolece la
sanidad, no sólo ceutí, sino española en general.
Así lo cree el portavoz de Sanidad de la UGT, Juan Carlos
López Fontalba, a la luz del catálogo de ocupaciones de
difícil cobertura en Ceuta del Instituto de Empleo, que EL
PUEBLO publicó ayer. Todas estas ocupaciones difícil de
proveer de profesionales pertenecen en Ceuta al área de la
Medicina: Medicina General, Anatomía Patológica, Medicina
Legal, Medicina Preventiva, Obstetricia y Ginecología,
Pediatría y Cirugía General y del Aparato Digestivo.
Sin embargo, sólo las provincias de Asturias, Ávila, Segovia
y Madrid no tienen alguna especialidad médica en este
catálogo.
“El sistema MIR falla porque cierra la especialidad en todas
las comunidades, aunque aquí hay problemas específicos. El
número de plazas es insuficiente y el sistema es incapaz de
abastecer toda la demanda”, apuntó López Fontalba. “Podría
ser un problema de presupuesto, pero también de espacios
para formar, como ocurre en Ceuta”, añadió el sindicalista.
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En Ceuta sólo se forma a médicos de familia
Aunque los representantes de la
UGT son consciente de que la escasez de especialistas afecta
prácticamente a todo el Sistema Nacional de Salud, admiten
que el problema puede ser en Ceuta más agudo. Por una razón
bastante sencilla de entender: muchos médicos residentes
acaban quedándose en la plaza del lugar donde se formaron
como especialistas. Y en Ceuta a los únicos MIR a los que se
forma son los de medicina familiar y comunitaria. Fuera de
la Atención Primaria, Ceuta debe ‘importar’ profesionales de
las más variopintas especialidades. Hubo un tiempo de gran
escasez de matronas. Problema que se solventó con la
creación de la Escuela de Matronas. Ahora no hay obstáculo
para la provisión de estos puestos. Lo que aporta mayor
validez al argumento de UGT de que formar especialistas en
la propia ciudad puede ser un acicate para quedarse en ella
una vez se ha terminado la residencia. El problema, continuó
el portavoz sindical Juan Carlos López Fontalba, es que para
contar con plazas de médicos residentes, también hay que
tener un volumen asistencial importante. Un volumen que ni
siquiera el Hospital Universitario construido en Loma
Colmenar puede llegar a alcanzar a pesar de la ampliación de
camas y de servicios diagnósticos y terapéuticos que ha
experimentado en relación a las viejas instalaciones de Cruz
Roja. “Para formar a un especialistas tiene que haber
enfermos suficientes”, apuntó López Fontalba. “Porque no es
lo mismo hacer mil cateterismos al año que hacer sólo cien.
El primero estará mejor formado y será el especialista que
todos querremos”, ilustró el portavoz de la UGT. Atender
muchas y variadas historias clínicas es, pues, una condición
‘sine qua non’ para que la residencia resulte efectiva. Un
activo formativo del que carece Ceuta.
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