La gripe A no asusta a los ceutíes y sólo una mínima parte
de ellos, como ha podido comprobar EL PUEBLO sobre el
terreno, parece predispuesto a vacunarse, después de que la
Consejería de Sanidad anunciara que la campaña podría
empezar para la primera quincena de noviembre.
Sobre abundancia de información, encuentros científicos,
explotación mediática de los casos de mortalidad. Ninguno de
estos factores parecen generar inquietud entre los
ciudadanos de Ceuta, para quienes la gripe H1N1 no adquiere
la gravedad equivalente a la alarma social generada, o bien
es fruto de los intereses de los laboratorios americanos, o
una epidemia que no requiere más atención que la gripe
estacional... o un negocio del Gobierno para sangrar a los
padres.
Esta última era la postura del matrimonio formado por María
José Fernández y Antonio Ortega, que desde que ha comenzado
la campaña mediática contra la epidemia han visto cómo
empezaba a engordar la factura de la guardería de su
pequeña: vasos desechables y un sinfín de instrumentos para
la higiene, a las que ahora no piensa añadir una dosis de
vacuna contra el nuevo virus gripal.
“Desde luego que para prevenir esta gripe lo que hay que
tener es mucha higiene. Pero la niña está en una guardería.
El otro día incluso vino con el chupete de otro niño. Sólo
hay que saber cómo actuar”, comentó el padre.
La mayor parte de los ceutíes encuestados considera que
incrementar la higiene y cambiar algunos pequeños hábitos de
relación social basta para estar prevenidos. Dolores
Fernández comenta que ahora se lava más las manos y ha
cambiado la forma de saludar. Antonia Chico evita entrar
donde hay enfermos con gripe fuerte. Eduardo García ya pasó
toda la semana pasada con gripe y ni siquiera se hizo las
pruebas detección del virus H1N1. “Me tomé mi parecetamol y,
a la semana, ya estaba como nuevo”, apuntó.
Antonia Chico tiene más de 65 años. Está, pues, entre los
denominados grupos de riesgo. Sin embargo, es otra ceutí que
afronta la epidemia gripal con bastante tranquilidad. “Como
no tengo ningún riesgo añadido, la verdad es que no me
preocupa. No sé si me vacunaría, porque tampoco lo he hecho
nunca contra la gripe común”, explicó la mujer.
En el otro extremo del crecimiento humano, Nacho Rodríguez,
con diecisiete años. Además de cambiar la forma de saludar
piensa vacunarse para prevenir. Aunque confiesa no tener
inquitud: “Creo que es como una gripe normal”.
La población basa su tranquilidad en la poca virulencia del
virus y, sobre todo, en la existencia de remedios para
contrarestarlo. “Se ha generado demasiada alarma por una
gripe que tiene un índice de mortalidad muy bajo”, argumentó
Marta Mora.
Virma García, sin embargo, admitió tener una inquietud
moderada.Cada año vacuna a toda la familia contra la gripe
común. “Mi inquietan mis hijos y mi suegra, que es muy
mayor, aunque también muy fuerte”, dijo.
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