Hace falta crear la ‘PLAMETAM’ en Ceuta y Melilla. Es
necesario que ambas ciudades vecinas y hermanas se unan para
convencer a sus conciudadanos de que pueden tener más -ya se
sabe que ‘la unión hace la fuerza’- en esa gran ‘Plataforma
Por la Mejora del Transporte Aéreo y Marítimo’ con la
participación directa de sus respectivos gobiernos
autonómicos, agentes sociales, empresariales y económicos;
partidos políticos, organismos oficiales, centrales
sindicales, entidades ciudadanas y colectivos de toda
índole. La necesidad de mejorar y potenciar el problemático
transporte aeréo-marítimo en Ceuta y Melilla, que anda de
capa caída, debe ser objetivo prioritario tanto de sus
autoridades y administraciones como de los propios
ciudadanos ‘caballas’ y melillenses como usuarios de los
servicios aéreo-heli-portuarios y navieros.Esta plataforma
serviría para muchas cosas. Entre tantas, para coordinar
acciones tales como presentación de proyectos y propuestas,
ser interlocutora válida entre las administraciones
competentes en el tema -llámese ministeriales- encargar
informes técnicos a profesionales, movilizar y sensibilizar
a las poblaciones ceutí y melillense para la defensa de
reclamaciones acerca de necesidades vitales de ambas
ciudades en materia aéreo-marítima imprescindibles para la
subsistencia, desarrollo sostenible, prosperidad y futuro de
Ceuta y Melilla. ¿Y cuáles son esas necesidades en estas
españolísimas ciudades norteafricanas? Evidentemente, la
imperiosa, urgente y vital ampliación del actual y existente
aeropuerto de Melilla junto a la urgente e innovadora
creación de un nuevo aeropuerto en Ceuta, entre otras cosas.
Ambos proyectos son, hoy por hoy, los más importantes de
acometer por priodidad y preferencia, sin olvidar otros
aspectos secundarios pero no baladíes, del servicio naviero
como la política de tarifas o bonificaciones, tema que se
merece un artículo aparte.
En Melilla, se ha quedado insuficiente la pista de
aterrizaje. Es preciso dotarla de una ampliación de hasta
1000 metros más, lo que es factible a pesar de la inmediata
proximidad con suelo extranjero. La existencia de turismo
europeo que arriba a la ciudad melillense y la más que
aceptable actividad de vuelos, justifican dicha ampliación,
sin que la evidente enorme distancia con la península
suponga un impedimento. Ambas necesidades, creación -Ceuta-
y ampliación -Melilla- son necesarias, importantes además de
revitalizadoras e interesantes respecto a las situaciones
socio-económicas y geo-políticas de las dos ciudades
norteafricanas. Coincido con el piloto melillense de líneas
aéreas Javier González -impulsor de la propuesta y autor de
varios estudios y artículos- en que incluso el único punto
cuestionable -el de la rentabilidad- sería superable y no un
obstáculo para su posible ejecución. Cabría aplicar una
política que evitara que el aeropuerto lo usaran unos pocos
privilegiados, como sucede con el helipuerto, cuyo servicio
es carísimo y ante la disminución de pasajeros por la
crisis, ha reducido los vuelos. Reitero que el aeropuerto en
Ceuta no es descabellado sino realizable. El reducido
territorio no es problema: La minúscula Gibraltar, con tan
sólo 1.800 metros de pista de aterrizaje ganados al mar,
tiene vuelos directos a Londres, Madrid y Barcelona. Lo
cierto es que, si se continúa con el tradicional sentimiento
ceutí de conformismo, otro podría arrebatar el proyecto y
aplicarlo. Se rumorea que la mismísima vecina Algeciras
podría llevarse el gato al agua si los ‘caballas’ se olvidan
del tema, compitiendo con Ceuta. Y supongo que ésto, tocaría
la moral y los c...puesto que encima los ceutíes tendrían
que coger el avión en la villa algecireña. Al revés no,
claro está, por la ubicación geográfica de Ceuta. Un
aeropuerto provocaría aumento de turismo y la implantación
de nuevos hoteles.
El lugar adecuado para la instalación del aeropuerto en
suelo ceutí parece ser, -a juicio de este piloto
profesional, Javier González- el terreno ganado al mar en la
zona nordeste de la ciudad conocida como ‘Punta Almina’. La
pista aquí, permitiría ser de entre 2,5 y 3 km, con
orientación Este-Oeste para que en las maniobras de
aterrizaje y despegue, el viento siempre sea de cara,
consiguiendo una menor distancia para las aeronaves que
realicen dichas maniobras. Asimismo podría contener una
plataforma para albergar de 5 a 8 aviones y un sistema de
aproximación que permitiera el aterrizaje en condiciones
menos favorables. Un lugar que al parecer, coincide con el
que plantea UGT en su reciente propuesta, si bien el
sindicato propone realmente un insuficiente mini-aeropuerto,
a pequeña escala y de poca envergadura. Punta Almina es
quizá, mayoritariamente, el mejor sitio o el menos
problemático de los lugares. Sin embargo, otras opiniones
aunque minoritarias pero dignas, defienden como idónea la
zona de Benzú con tal de evitar que los pasajeros que
visiten Ceuta al dirigirse a la pista vean como primera
imagen de la ciudad el cementerio de Santa Catalina. Que no
se anteponga la excusa de la rentabilidad -poca, escasa o
nula- para poner trabas al proyecto y evitar su ejecución. A
lo largo de la historia, existen miles de ejemplos de obras
e infraestructuras cuya rentabilidad no fue inmediata sino
que se necesitaron además de paciencia, largos años, décadas
e incluso un siglo para que llegaran a ser rentables y hoy
lo son. El propio puerto marítimo de Ceuta es el mejor
exponente de ello: hace 100 años se pensó que la
construccion del puerto no sería rentable. Se decía que con
el embarcadero para traer las provisiones de la península en
pequeños veleros, era suficiente. Hoy, el puerto de Ceuta es
uno de los mas fructíferos de España con entrada y salidas
de buques de todos los paises y está generando dinero y
trabajo para muchas personas.
Pero eso sí, debería ser un aeropuerto sin monopolios
explotadores y caros en servicios. No querrían los ceutíes
repetir en los aviones la situación abusiva de las terifas
navieras. En el caso del aeródromo melillense, si los vuelos
fueran realizados por compañías aéreas locales, los billetes
abaratarían y los beneficios redundarían en la ciudad cual
mayor revulsivo económico. ¿Y en Ceuta...? No obstante, cabe
recordar que la idea de un aeropuerto en Ceuta ya se planteó
por la agrupación política GIL en 1999 ante el Ministerio de
Fomento como una vía de desarrollo económico para la ciudad.
El hecho de un helipuerto en Algeciras es un parche
insuficiente que solo permitirá cruzar a otros pocos
privilegiados de elevado bolsillo el estrecho por aire, pero
no dará solución final a las necesidades de transporte como
en mercancías, por ejemplo. Algunas voces cuestionan la
ubicación sugerida por su profundidad y las corrientes
marinas, temiendo a los envites de un fuerte temporal. Pero
los juicios técnicos consideran que la pista se colocaría
contigua al litoral, donde la profundidad es escasa y no hay
mar abierto. Tampoco son obstáculos determimantes. Lo mas
factible para la construccion de un aeropuerto son los
margenes de seguridad en cuanto a pista de aterrizaje y
despegue con salida y entrada desde el mar o hacia el mar.
Las montañas de Ceuta, no serían problema. Vemos como el
aeropuerto Mexico esta rodeado de la ciudad y de las altas
montañas que la circundan, y funcionando está. En Ceuta se
podría aterrizar desde el estrecho y levantar el vuelo cara
al estrecho.
Para los pilotos, las cuestiones técnicas a valorar en la
creación del aeropuerto de Ceuta a la hora de aterrizar y
despegar, se reducen a la velocidad de un avión al
descender, que viene a ser 200 o 250Km/h dependiendo de
varios factores. Si por cualquier circunstancia en una
aproximacion y a pocos metros de altura un piloto por alguna
incidencia aunque sea insignificante -una pequeña ráfaga de
viento- decide no aterrizar y hacerlo en un segundo intento,
tendría que levantar el vuelo de nuevo sin bastante margen.
Por ello es imprescindible tener los dos extremos de la
pista abiertos con margen suficiente, necesitándose una zona
libre de obstáculos para realizar la aproximación a una
pista, ejecutar una aproximación frustrada -abortar el
aterrizaje- o incluso para el despegue por la pista
contraria, porque se despega y aterriza en contra del viento
salvo excepciones, como cuando el aire es ligero, menor de
18km/h. Esto sería erróneo si el aeropuerto estuviera en
Benzú o Benítez. Estas zonas no cumplen tales requisitos.
Los criterios profesionales técnicos, como argumenta el
piloto Javier González, aconsejan que la orientación de la
pista del aeropuerto ceutí debería ser de este a oeste, por
los vientos predominantes, para que tanto la carrera de
despegue como el aterrizaje sean lo más cortos posible y así
sacar el mayor peso de la aeronave.
Según González, plantear un aeropuerto cruzado al viento
supondría de entrada, limitar operaciones de vuelo para un
futuro, como ocurre en Melilla, donde los vientos
predominantes, son de levante o poniente y la pista no tiene
esa orientación, y a la hora de despegar penaliza en peso al
despegue lo que se traduce en tener que dejar algo de pasaje
en tierra los dias de fuerte viento cruzado. El piloto
Javier González -e imagino que como él, pensarán la inmensa
mayoría de los pilotos españoles, y yo sin serlo, coincido y
compruebo que lleva razón- plantea en principio un aeródromo
de 2 km como mínimo para que entren aparatos como el B737 o
el A320. A tenor del piloto, si sólo entraran los
turbihélices, el radio de acción resultaría escaso pues son
aeronaves muy limitadas, no arribarían ni a Londres ni a
Berlín. Ello, aunque supondría una buena comunicación con
Madrid, en base a 1h 30 minutos de trayecto, sería
insuficiente para hacer llegar a Ceuta al turismo anglosajón
y germano, verdaderas fuentes generadoras de ingresos,
siendo quienes realmente convierten en turística una zona.
Existen más cuestiones técnicas aunque secundarias y que han
de ser valoradas por una comisión de técnicos expertos y
asesores profesionales. Pero la respuesta social y la
movilización cívico-popular son las primeras acciones a
acometer. Resultarán más quienes estén en favor que los que
se opongan. Tal vez a las navieras no les convega. Cuestion
de intereses de monopolios. Ya está bien de que las
compañías marítimas ostenten tanto poder teniendo la sartén
por el mango y quieran seguir siendo los únicos ‘amos’ del
estrecho desde antaño.
Ahora, les toca compartir la zona junto a los helicópteros y
espero que lo antes posible, con los aviones. Es lamentable
que los intereres de tales navieras impidan el desarrollo de
otros proyectos benficiosos para Ceuta y el Estrecho. Como
pasa con el viejo proyecto del túnel entre ambas orillas,
reactivado y paralizado en múltiples ocasiones hasta hoy.
Pues que no suceda lo mismo con el aeropuerto. En todo este
asunto ha de primar el bien común de los ciudadanos. Ceuta
se merece y necesita un aeropuerto y Melilla, ampliar y
mejorar el que tiene. Y que mejor que uniéndose ambas
ciudades y sendas poblaciones en esa ‘Plataforma Por la
Mejora del Transporte Aéreo y Marítimo’. Todo sea por Ceuta
y Melilla. Y por sus aeropuertos.
*Escritor, poeta,
blogger, columnista
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