Terrible momento para salir a la
calle. Fuerte tormenta con rayos y centellas acompañando al
agua que cae a chorros.
Pareciera que los dioses están regando sus plantas a
destiempo y a la vez sueltan denuestos encolerizados. Ya se
sabe que la cólera de los dioses está presente.en los
fenómenos atmosféricos eléctricos.
Por otro lado viene muy bien este cambio de la benignidad
del clima de los últimos días. Ha hecho un calor ilógico que
ha traído una nueva generación de insectos.
A las molestas moscas, de toda la vida, se les han unido una
molestísima y criminal plaga de mosquitos tigres que han
invadido la zona en la que se asienta la empresa municipal
donde he pasado largos años trabajando.
Menos mal que ando en plan de jubilado parcial y ello me
salva de las terribles picaduras de esos bichos.
Lo siento por mi aún jefe, el alcalde Hereu. Se ha visto
obligado a cambiarse de sitio en una reunión que tenía por
la zona.
La invasión de estos insectos, traídos de otro lugar del
planeta por los inmigrantes, es de auténtica película de
terror. Invaden los ambulatorios, las bibliotecas y, sobre
todo, los parques infantiles.
Su picadura, que es más bien una mordedura, es
extraordinariamente dolorosa a causa del veneno que destilan
después.
Los otros ambulatorios se van llenando de afectados por el
mosquito tigre: médicos de ambulatorios invadidos, lectores
de bibliotecas y los propios bibliotecarios, niños y niñas
sin poder practicar sus juegos en el parque…
El día o momento en que piquen a mi jefe ya lo comunicaré.
Por ahora está rodeado de guardaespaldas que se arriesgan a
recibir los ataques. Pero previsor como es, ha decidido
trasladarse a la sede central del Ayuntamiento. Ahí está a
salvo, de momento.
Entre tanto, otra acción de la presidenta de la Comunidad de
Madrid pone en evidencia a Mariano Rajoy.
La Aguirre se ha adelantado, comiéndose la merienda de
Mariano y de Camps, al adoptar medidas drásticas contra los
corruptos, supuestos corruptos de su partido.
La paradoja está en que esos supuestos corruptos, aunque
pierdan su condición de peperos, no pierden la condición de
diputados. Con lo que la olla sigue con los mismos
ingredientes.
Ya sabemos, por experiencia, que los cocidos madrileños
tienen algunos ingredientes con taras.
Lo mismo que la paella valenciana.
La sacudida de la alfombra pepera, por parte de la Aguirre,
no sentará bien en la sede de Génova.
Adelantarse al jefe…
Otra lideresa, aunque de rango inferior, se dispone a sufrir
un ataque histérico instando a su jefe autonómico a que se
de prisa en pasar la trilladora y expulse del partido a los
supuestos corruptos.
La Barberá tiene prisa en desviar la atención de su persona
¿no?, después de declarar públicamente que no ve con malos
ojos los regalos.
Lo curioso del caso es que la parte levantada del sumario
muestra casi 700 páginas con el lío de los trajes. Entonces
resulta que no es un solo traje el que anda en juego. ¿Cómo
se sentirán los sastres? ¿Acaso es uno solo?
La incidencia mediática de ambas lideresas, Aguirre y
Barberá, tiene una provisión futura de imprevistos que darán
trabajo a todos los periodistas españoles y parte
internacionales.
¡Cómo está el patio! Nunca mejor atinado el título de la
serie televisiva “Aquí no hay quién viva”.
Entre mosquitos tigres y políticos supuestamente corruptos
anda el juego de los picores.
Parece que estamos en primavera, la de las aguas mil.
Afloran amores y desamores, tanto en animales irracionales,
si podemos incluir a los insectos, como racionales.
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