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Llevan meses, los componentes de
la 2007 Comandancia de la Guardia Civil de Ceuta,
gestionando la posibilidad de lucir en su uniformidad la
insignia, o en su caso el pasador, de la Medalla de Oro de
la Ciudad Autónoma que se concedió en 2008 y que se entregó
con la consiguiente institucionalidad el 14 de octubre del
pasado año. Pero la noticia de su denegación ha caído como
una losa en los casi 600 miembros del Instituto Armado que
prestan servicio en la ciudad. El Ministerio de Defensa les
ha “hurtado”, en primera instancia, esta posibilidad. La
Dirección General de la Policía y de la Guardia Civil
traspasó la petición al ministerio de Carme Chacón pese a
que, por el mismo procedimiento, el Ministerio del Interior
sí concedió a los componentes de la Jefatura Superior de
Policía la posibilidad de lucir la insignia de la ciudad. Lo
justo hubiera sido que el mando único (DGPGC) hubiese tenido
la misma consideración con la Guardia Civil. Pero la ahora
permanente dualidad entre la estructura orgánica del
Ministerio del Interior y la dependencia real del Ministerio
de Defensa provoca situaciones que conducen a la
discriminación.
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OPINIÓN / EDITORIAL
