El personal de los centros de salud de Ceuta respondió ayer
de manera elocuente a la protesta convocada por Comisiones
Obreras contra el “desmantelamiento de la Atención Primaria”
en la ciudad, como parece demostrar el aumento de la presión
asistencial y la masificación mientras se practica una
política de contratación marcada por la más intensa
precariedad. La necesidad de un cuarto centro de salud es
otra de las exigencias que los representantes de los
trabajadores plantean al Ingesa.
Decenas de médicos y otro personal sanitario y no sanitario
de los centros de salud del Ingesa abandonaron el trabajo y
protestaron ayer durante cinco minutos por la situación que
atraviesa la Atención Primaria en Ceuta, respondiendo a una
convocatoria de Comisiones Obreras.
El tan comentado desmantelamiento del nivel primario de
atención sanitaria en la ciudad, que ha adquirido más
resonancia coincidiendo con la reordenación de la atención
especializada propiciada por el nuevo hospital, ha derivado,
según los congregados a las puertas de los centros de salud,
en palmarios agravios al personal de prácticamente todas las
categorías, según explicó el portavoz sindical, Ángel Lara,
con auxiliares administrativos que soportan en condiciones
laborales y técnicas penosas una enorme carga asistencial y
tareas de otras categorías; enfermeras sin refuerzo para las
campañas contra la gripe en curso, y sin que vean cubiertas
las bajas médicas; médicos con tres enfermos por cada quince
minutos; recortes en los horarios de verano de las consultas
que han saturado las urgencias; y el hacer imposible la
libre elección de médico. Fue el rosario de carencias que
denunciaba la protesta.
El portavoz de CCOO también denunció la marginación de los
sindicatos en cuanto a negociar las cuestiones que afectan a
las condiciones de trabajo del personal.
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Una plantilla que atienda a la singularidad de Ceuta
Los convocantes de la protesta
reclaman no más de 1.500 usuarios por cada médico de familia
y 1.200 por cada pediatra. Sin embargo, continuaron
afirmando, las ratios de Ceuta se encuentran entre los 1.700
y los 1.800 usuarios. La categoría de enfermería no estaría
sometida a menor sobrecarga, viéndose a realizar algunas
jornadas hasta 18 y 20 avisos de asistencia en domicilio. La
política de contratación sufrió otro varapalo sindical:
precariedad y contratos irregulares en sustitución de plazas
de interinos que no se convocan. Como el caso del médico de
Benzú que ayer mismo relataba EL PUEBLO. “La plantilla debe
adaptarse a la realidad de Ceuta. Queremos seguridad en los
centros de salud. Queremos un cuarto centro de salud para
una mayor calidad de la asistencia y que reducirían las
agresiones consecuencia de la masificación”, continuó
exponiendo Ángel Lara. El sindicalista consideró muy
sintomático que ciudades transfronterizas como Melilla, con
menor población que Ceuta, tengan ya cuatro centros de salud
y vayan a construir el quinto. “Aquí sólo tenemos tres, uno
de ellos éste, el macrocentro de Otero, que atiende el solo
a la mitad de la población de la Ciudad Autónoma”, continuó
ilustrando el portavoz de Comisiones Obreras. Otro
importante caballo de batalla de los trabajadores de
Atención Primaria lo constituye la jornada laboral. Así, el
colectivo quiere que su jornada se equipare a la del resto
de comunidades autónomas del Sistema Nacional de Salud, con
competencias sanitarias transferidas o bien gestionadas por
el Ingesa, estableciéndola en 35 horas semanales y no en las
37,5 horas que, seguió relatando el secretario general de
Sanidad de Comisiones Obreras, realiza todo el personal que
presta sus servicios en Ceuta.
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