Pero el material humano que compone la Comandancia de la
Guardia Civil de Ceuta no desespera. Defraudados sí se
sienten, pero confían en que la lógica impere atendiendo por
un lado al Reglamento de Distinciones Honoríficas de la
Ciudad de Ceuta, y al hecho de que la Dirección General de
la Policía y Guardia Civil gestione por la vía adecuada la
petición no dándole traslado a Defensa o, en su defecto,
explicar que no se trata de una petición de concesión, sino
de la utilización de un distintivo por la medalla ya
concedida.
En cualquier caso, la maquinaria burocrática va a seguir
activa y se prepara ya el recurso por la vía de lo
contencioso administrativo dado que se presume que puede
existir discriminación respecto de otro cuerpo al que por el
mismo hecho sí se le ha permitido incorporar la insignia en
su uniformidad.
Lo único que desean los guardias de la Comandancia, apuntan
las fuentes consultadas, es portar lo que para ellos
significa un orgullo, la insignia de Ceuta.
No cejarán en el empeño pese a que, reconocen, que el
proceso puede verse retrasado en sus trámites. Consideran
que llevan razón y quieren discernir de lo que significa una
condecoración civil de lo que reflejan los reglamentos
militares de recompensas que mantienen incorporada y
encorsetada a la Benemérita.
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