OPINIÓN - MIÉRCOLES, 7 DE OCTUBRE DE 2009

Como el perro del hortelano

Por P. Marcos Peña

Llama la atención que se hable como se hace del colegio San Agustín de Ceuta, poco después de haber terminado el período de inscripciones. Estamos acostumbrados a leer y escuchar en los medios de comunicación las denuncias que hacen unos padres a otros con vistas a que sus hijos puedan conseguir una plaza en este y en otros colegios concertados. En los últimos años, a partir del mes de junio, ésta es una noticia que se repite cíclicamente. Y resulta que ahora CCOO de Ceuta está dispuesta a pedir la rescisión del concierto para este Centro (pagina 9 de este diario, del sábado 3 de octubre de 2009) que, dentro de unos pocos años va a celebrar el centenario al servicio de la ciudad y de sus moradores. Son muchas las familias que se afanan cada año para que sus hijos puedan estudiar donde ellos estudiaron y se formaron, y puedan recibir la misma formación que ellos recibieron. Gente que confiesa con orgullo ser ex alumno del San Agustín.

Al leer la noticia me han surgido una serie de interrogantes cuya respuesta no acabo de ver con claridad:

-¿Por qué estas familias, en lugar de acudir a la Asociación de Padres de Alumnos del Colegio (APA) que está para esos casos, han acudido al sindicato, que se encarga de los problemas y defensa de los profesores?

-Si tienen a sus hijos será porque están de acuerdo con la formación que ahí reciben. Pero ¿será posible que estén dispuestos a renunciar a dicha formación con tal de fastidiar al Colegio? Y si no están conformes con la educación que reciben, ¿por qué no llevan a sus hijos a otros centros donde hay plazas libres, y dejan las del colegio San Agustín a otros que esperan y también tienen derecho a ocuparlas?

-En caso de que le rescindieran el concierto a dicho Centro, ¿esos padres están dispuestos a pagar lo que supone una plaza de un centro privado?

-El resto de las familias del Centro, que son mucho más numerosas sin comparación que las que se han dirigido al sindicato con sus quejas (hay más de ochocientos alumnos en el Colegio), ¿también piensan que eso sería lo mejor para ellos, sus hijos, sus familias, la Ciudad Autónoma…?

-El hecho de que el representante sindical de CCOO obreras en el colegio anunciara su decisión de abandonar ese puesto “por no saber nada de dicho escrito antes de su remisión y por no compartir su contenido”, ¿hace creíble la veracidad del contenido de la denuncia?

No sé por qué me da la impresión que todo esto es una rabieta de unos pocos que, al no poderse salir con la suya, tampoco quieren que los demás disfruten de lo que ellos no están dispuestos a aceptar, por motivos que algunos conocen y yo ignoro. Vamos, como eso del perro del hortelano, que ni comía ni dejaba comer a los demás. La Dirección del Centro, en la misma nota periodística, afirma que “todo es mentira”, al menos en la forma como se interpretan los hechos. Pues, ningún alumno deja de recibir las clases ni las actividades correspondientes a su ciclo del horario escolar establecido. Por tanto, a nadie se le niegan sus derechos. Y lo de la nota pintoresca, la puesta en escena de esos progenitores que tuvieron que pedir la compañía de la Policía Local para recoger las notas, es parecido a la imagen más frecuente de los agentes acompañando a unos menores al centro escolar cuando no quieren asistir a clase. Parece ser que la Dirección quería hablar con dichos progenitores sobre diversos aspectos de la educación de su hijo; ante la falta de respuesta, y como último recurso, retuvieron las notas del hijo (nunca las negaron).Es la primera vez que leo que la policía tuvo que acompañar a unos padres al colegio de su hijo… para que la Dirección del Centro pudiera hablar con ellos.

Esos padres que exigen a los demás el cumplimiento de todas las leyes y normas existentes, ¿cumplen ellos con las obligaciones que dimanan de la educación de sus hijos? Ese es el verdadero y grave problema. Ahí, CCOO y todas las centrales sindicales relacionadas con la educación tienen una profunda veta en la que trabajar y aprovechar verdaderamente el tiempo y el dinero que reciben de todos los contribuyentes para estar liberados, de forma que se dediquen todo ese tiempo a la mejora de la educación. Preocuparse y trabajar en temas como la colaboración familia-Colegio, o el tema del trabajo, del esfuerzo, del respeto a la autoridad establecida, del aprovechamiento del tiempo… Supongo que la Dirección Provincial de Educación es a ésto también a lo que da mayor importancia y lo que más le preocupa.