Puedo prometer y prometo, que no
se quién fue el que dijo: “Una retirada a tiempo es una
victoria”. Pero el que lo dijo, tenía toda la razón del
mundo mundial. La frase es digna de que la hubiese dicho la
sabia de mí abuela. Que, por cierto, tengo que reconocer que
esa frase nunca me la dijo.
Desde que el mundo es mundo, el hombre ha luchado en todos
los órdenes de la vida, por ser eterno en sus trabajos.
Nunca, ninguno de nosotros nos ha dado por pensar que, en
esta vida, todo tiene un principio y un fin. La lucha por
ser eternos es algo innato en los seres humanos
Si un día, muchos de los que se creen eternos en los puestos
que ocupan, dedicaran un segundo de sus vidas a pensar, se
darían cuenta de que ya están de más, que su época de
caducidad ha llegado, bien por imperativo de la edad o
porque las neuronas el patinan más que un cuatro pedales.
Pero, con toda seguridad, a ninguno les dará por pensar
semejante situación, y menos si se dedica a la política.
Aquí, con estos personajes, a ciencia cierta que, según
ellos, jamás tendrán fecha de caducidad.
Pero, precisamente, no es de los cargos políticos de quienes
quiero escribir hoy sobre la fecha de caducidad y, sobre
todo de que: “una retirada a tiempo, es una victoria”. Hoy
quiero escribir, tratando este asunto de la frase, sobre
determinados deportistas, entre ellos de quien ha sido todo,
incluso un ejemplo a seguir por toda la juventud, Raúl.
La vida deportiva, del gran capitán del Real Madrid, es
digna de admiración, para todos los que amamos el deporte
rey, y nos duele en el alma, por la admiración que sentimos
por Raúl, verle arrastrarse por los campos como un alma en
pena.
Raúl, no se da cuenta de que la hora de decir adiós, por la
puerta grande, a l deporte rey, le ha llegado aunque para él
sea doloroso dejar lo que ha sido y a lo que ha dedicado
toda una vida. Debería hacerle caso a la frase, evitando que
toda esa admiración y aplausos conseguidos en los terrenos
de juego, un día se puedan volver silbidos, por parte de
aquellos que tantos aplausos le dedicaron. El público es
olvidadizo, y lo que un día fueron alabanzas, otro día se
vuelven cañas punzantes.
No sólo tiene él la culpa de no darse cuenta de que lo que
le está ocurriendo, sino todos aquellos que escriben en los
periódicos diciendo, más o menos, que el día que falte Raúl,
desaparecerá el Madrid. Se fueron Di Estefano, Gento, Puskas,
Juanito, Santillana, y muchos otros y el Madrid sigue ahí.
No ha pasado nada.
Por la gran admiración que sentimos por el gran capitán del
Real Madrid, Raúl, debería reflexionar e ir considerando que
ha llegado la hora de ir diciendo adiós al fútbol de elite.
Todo tiene un principio y todo tiene un fin. Todo, menos
arrastrarse por los campos como un alma en pena.
El Madrid, cada vez que salta al terreno te juego con Raúl y
Guti, la eterna promesa, juega con nueve. Lo de Guti es
diferente a Raúl. Guti sólo es jugador para los que aún
siguen creyendo que el fútbol hay que jugarlo vestido de
smoking y dar un pase en noventa minutos. ¡Pobres
ignorantes, engaña bobos!
|