Los residentes de Benzú, un barrio con no más de 1.600
vecinos, mantienen un pulso con las autoridades sanitarias
para que no prescinda de los servicios del facultativo que
venía atendiendo el consultorio del enclave, de baja médica
como consecuencia de las “coacciones” y los “contratos
basuras” a que viene siendo sometido.
Los vecinos del barrio de Benzú han hecho frente común con
quien venía atendiéndolos en el consultorio del enclave, el
doctor Juan Jesús Lara, y exigen al Ingesa que se convoque
una de las plazas de interinos pendientes para que el
facultativo pueda seguir prestándoles asistencia sanitaria.
Así lo demandaba un portavoz de los vecinos, Antonio Anillo,
quien aseguró que el apreciado médico de cabecera había
recibido “coacciones” de las autoridades del Ingesa por
rebelarse contra la “contratación basura” y que desde que
éste se dio de baja médica por depresión cada día aparece un
médico de familia distinto a atender el consultorio.
Juan Jesús Lara también explicó a EL PUEBLO su situación,
desde que tiene asignada una consulta en el centro de salud
Otero, que compagina media mañana de tres días a la semana
con el consultorio de Benzú, un barrio de no más de 1.600
habitantes pero que precisa del traslado de un facultativo
hasta el lugar.
El facultativo ha vivido situaciones bastante dolorosas,
pues además de tener que dividir la mañana entre dos
consultorios bastante alejados entre sí, cuando regresaba al
centro de salud Otero no tenía asignado un despacho fijo,
por lo que debía buscar a todos sus pacientes por las
instalaciones para orientarlos hacia la consulta apropiada.
El doctor Lara quería poder pasar una mañana entera y una
tarde entera en cada centro. Pero tampoco esto le fue
concedido, según continuó ilustrando.
El facultativo asegura que sólo en el centro de salud Otero
hay tres interinidades sin cubrir. Una situación que trata
de paliar el Ingesa con contratos mensuales por necesidades
de servicio o acúmulo de tarea. “Estos contratos se utilizan
cuando hay que desempeñar un trabajo extraordinario, pero el
consultorio de Benzú es un servicio permanente”, prosiguió
denunciando el afectado.
Su último contrato termina el 31 de octubre. Y mientras dura
la baja un sustituto distinto atiende cada día a los vecinos
de Benzú.
“Me consta que han convocado una plaza de interinidad que
servirá para reubicar a otro médico que ya es interino, pero
la plaza que deja vacante volverá a ser cubierta con
contratos de acúmulo de tareas”, añadió. El facultativo se
está planteando incluso iniciar un contencioso
administrativo contra la Gerencia.
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