El representante del Ministerio Fiscal solicita seis años de
prisión para un matrimonio por un presunto delito de
blanqueo de capitales. Por su parte, la defensa pide la
absolución de sus clientes argumentando que desconocían que
las personas que llevaban en el vehículo para embarcar en el
ferry tuviesen una documentación manipulada “ya que a simple
vista es imposible percibirlo”, manifestó el abogado.
Los hechos se produjeron el 22 de mayo en la zona de
preembarque de vehículos de la Estación Marítima cuando
varios agentes de la Policía Nacional percibieron que las
tres personas que viajaban con los dos imputados portaban
una documentación falsificada.
Para esclarecer lo sucedido, los magistrados de la Audiencia
Provincial así como el representante del Ministerio Fiscal
en la ciudad escucharon ayer los testimonios de los acusados
y los testigos. El matrimonio, durante la intervención
individual de ambos, explicó que a simple vista no habían
percibido que la documentación de estas tres personas
estuviera falsificada y que nunca habían pactado una cifra
económica por llevarlos hasta Madrid.
“Simplemente al salir del puerto de comprar los billetes se
nos acercó un hombre rumano y nos pidió que llevásemos a
estas tres personas y como somos rumanos y lo veíamos como
uno de nosotros aceptamos el trato de pagar los gastos del
viaje entre los cinco”.
Por su parte, la mujer repitió la declaración de su marido y
añadió que no habían entablado conversación alguna con los
otros tres pasajeros del vehículo ya que “habíamos venido a
pasar un tiempo en la playa de Ceuta pero nos llamaron para
decir que nuestra suegra había tenido un accidente y por
ello decidimos regresar a prisa. En ese momento, mi marido y
yo íbamos hablando de ello”, apostilló.
Los tres pasajeros del vehículo no comparecieron en el
juicio por lo que se procedió a la lectura de sus
declaraciones durante la instrucción. “Un tal Juan de
Marruecos nos facilitó los pasaportes falsos a cambio de
2.000 euros cada uno y nos aseguró que alguien nos llevaría
para la península pero nunca lo vimos antes de ese día
hablar con el matrimonio de rumanos. Creo que tanto a ellos
como a nosotros nos la ha jugado”.
En calidad de testigo declaró un agente de la Policía
Nacional quien confirmó que los tres ilegales iban sentados
en la parte trasera del turismo, “sin esconderse ni
ocultarse. Pero al coger la documentación nos dimos cuenta
de que eran diferentes materiales. En ningún momento
percibimos que el matrimonio estuviese nervioso y tampoco
los vimos hablando entre ellos”, aclaró.
Por tales hechos, el representante del Ministerio Fiscal
solicita seis años de prisión para cada uno de los imputados
aunque la defensa pide la libre absolución de sus clientes.
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